lo largo de estos 25 años de trayectoria de Metro Bilbao las estaciones del suburbano se han convertido en un pequeño escaparate para diferentes iniciativas sociales. Más allá de vertebrar el Gran Bilbao, la entidad se ha posicionado como un espacio donde mostrar proyectos con un objetivo a reivindicar. Ese compromiso con la sociedad se ha visto reflejada en este tiempo y desde Metro Bilbao precisan que "colabora con instituciones, asociaciones y medios de comunicación para promover y apoyar actividades sociales, culturales y deportivas".

En más de una ocasión, la entrada al suburbano se ha convertido en una pequeña visita a una sala de exposiciones con muestras en gran formato que atraían la atención de los usuarios. La exposición de las espectaculares fotografías de montaña con motivo del Mendi Film es una que todos los años recorre varias de las estaciones, pero también ha habido espacio para más muestras. En 2018, con motivo de los 40 años de lucha del movimiento LGTBI, las paredes de Metro Bilbao enseñaron cómo habían sido estas cuatro décadas de reivindicaciones. Otro ejemplo de cesión del espacio para movimientos sociales fue la exposición que organizó Bizitegi para dar visibilidad a los sin techo en 2016. Otra iniciativa social fue en 2008 cuando recaudaron 6.200 euros que donaron a la Coordinadora de Asociaciones Vascas de Solidaridad con el Pueblo Saharaui.

Y si las exposiciones han sido parte importante, la buena imagen que se tiene de Metro Bilbao fuera de las fronteras se ha reflejado en numerosos rodajes que han elegido alguno de los apeaderos para grabar sus rodajes.

Pero no solo las paredes han sido pequeños museos sino que el mobiliario y los paneles publicitarios de las estaciones han sido uno de los puntales para campañas muy reivindicativas. Así, campañas de sensibilización con motivo del Día Internacional del Euskera o el Día Internacional contra la Violencia de Género han encontrado un hueco donde llegar a más personas y que sean conscientes de la necesidad de remar todos juntos en la misma dirección. También ha habido hueco para iniciativas más saludables como la que se puso en marcha en 2008 junto con el Departamento de Salud del Gobierno vasco en la que se animaba a los usuarios a subir las escaleras de las estaciones para hacer deporte.

Esa vinculación con el deporte se vio refrendada con la celebración de una particular carrera a través de las vías del suburbano. La Under Run Metro Bilbao debutó el año pasado y estaba previsto que este otoño se celebrara la segunda edición pero la actual situación sanitaria impide que se lleve a cabo. El pistoletazo de salida se dio de madrugada y los 200 inscritos tuvieron que recorrer 7.824 partiendo de la estación de Moyua para finalizar en Ansio.

Esa responsabilidad con la sociedad se comenzó a gestar en 2006 cuando Metro Bilbao se sumó al Pacto Mundial de las Naciones Unidas y "a sus diez principios de conducta y acción en materia de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y lucha contra la corrupción". Según expresan desde la entidad, "ese mismo año, se convirtió en la primera empresa de transporte del Estado en recibir el certificado europeo de Gestión Ética y Socialmente Responsable (norma SGE 21)"que ponía de relieve la "sensibilidad y el compromiso de Metro Bilbao por la responsabilidad social y aspectos éticos". Para ahondar en esa línea se decidió la creación de un "Comité de Ética y Responsabilidad Social Corporativa, así como la definición de la Política de Gestión Ética y Socialmente Responsable y el Código Ético de Conducta de la empresa". Puntales sobre los que se asienta Metro Bilbao y que se trasladan a su compromiso con la sociedad.

Las campañas de sensibilización contra la violencia de género o a favor del euskera han sido una constante en las estaciones