as probabilidades de sobrevivir a una parada cardiorrespiratoria se reducen un 10% cada minuto que pasa. Por eso una rápida actuación es crucial. Cuestión de vida o muerte. Una lucha contrarreloj como la que libraron el pasado jueves día 10 agentes de la Policía local de Sopela junto a dos sanitarias y cuya rápida actuación salvó la vida a una mujer de 74 años que sufrió una parada cardíaca en pleno centro del municipio.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 20.15 horas del pasado jueves, en la calle Sabino Arana, junto a los soportales que hay enfrente del ayuntamiento. En ese momento, agentes municipales que circulaban por el vial fueron informados de que una persona se había caído en la acera y no tenía pulso.

"Al llegar nos encontramos a dos sanitarias, una ATS y una cirujana, que estaban atendiendo a la mujer tendida en el suelo. Fueron momentos de mucha tensión, la situación era crítica", recuerda Ander, uno de los agentes que intervinieron en el operativo. Inmediatamente solicitó a sus compañeros de la comisaría el desfibrilador externo automático (DEA), uno de los doce equipos que están instalados en distintos edificios municipales.

Sin perder ni un segundo, uno de los agentes "voló" hasta allí a la carrera para llevarles el dispositivo. Hasta el lugar también se desplazó Álex, otro agente municipal que acababa justo de atender a una mujer de 90 años que se había caído a unas zarzas. "Vi a las dos sanitarias auxiliando a la mujer, pero no respiraba. Les dije que había que hacer una reanimación cardiopulmonar (RCP) y nos fuimos turnando para hacer las compresiones", detalla. Era consciente de que el tiempo corría en su contra. "Cada minuto que pasa es peor. Es muy difícil sacar adelante a una persona en ese estado en plena calle", advierte. Lo sabe por experiencia. "Hace tiempo me tocó intervenir en una actuación similar y lo más importante es saber reconocer a tiempo la situación, es clave", recalca. "Cuando ves que a la persona apenas le llega una bocanada de aire...", prosigue Álex, que ha sido también socorrista y que al igual que el resto de sus compañeros de Sopela ha recibido formación para situaciones de emergencia.

Sin embargo, las prácticas formativas difieren mucho de la realidad y de una situación de tensión como la que les tocó vivir. "Hacer prácticas con el muñeco es una cosa..., y tener delante a una persona de carne y hueso es otra", sostiene.

De este modo, tras diez minutos de agónica reanimación, y después de realizar dos descargas, finalmente la mujer logró recuperar el ritmo cardíaco. "Después de las dos descargas empezó a respirar y fue un gran alivio. Tuvimos suerte de llegar en el momento oportuno y de contar con el apoyo de dos sanitarias que justo estaban allí fuera de servicio y cuya asistencia en esos primeros momentos resultó clave", destaca su compañero Ander, quien recuerda la sensación de "emoción" que le invadió tras ver la llegada de las ambulancias y ver cómo estabilizaban definitivamente a la mujer para su traslado a un centro sanitario. "A lo largo de catorce años en la Policía de Sopela he tenido que intervenir en muchas actuaciones policiales pero, sin duda, prestar ayuda para salvarle la vida a una persona es lo más gratificante. Ojalá se recupere pronto", desea. En este sentido, incluso los propios sanitarios que llegaron después les reconocieron el trabajo realizado. "Nos dijeron que lo habíamos hecho muy bien", recuerda Ander.

Zona cardioprotegida

Sobre esta línea, Sopela está considerada "zona cardioprotegida", tal y como indica el alcalde de la localidad, Josu Landaluze. En total, el municipio dispone de "una docena de desfibriladores ubicados en diferentes edificios municipales, además de los instalados en paradas de metro, otros equipamientos privados, playas, etc.". De hecho, en 2016 el Ayuntamiento apostó por dotar de mayor seguridad a sus vecinos y adquirió estos equipos que están instalados en Kurtzio Kultur Etxea, biblioteca, el euskaltegi, frontón, piscinas, hogar del jubilado, local de Itzartu, en las dependencias de la Policía Local, Ayuntamiento y en los campos de fútbol y baloncesto. Para ello el Consistorio realizó una inversión cercana a los 15.000 euros que después de esta intervención quedan plenamente justificados y amortizados.

Por último, el regidor sopeloztarra destaca la importancia de haber dado pasos firmes para convertir a Sopela "en un municipio cardioprotegido" y subraya que "las muertes por paro cardíaco son un problema de salud pública tan inadvertido como dramático, por lo que debemos contribuir a prevenirlas". Para ello, el Consistorio seguirá inmerso en la organización de jornadas formativas dirigidas a los empleados públicos y de manejo de los desfibriladores".

"Después de dos descargas empezó a respirar y supuso un gran alivio"

Agente local de Sopela

"En este tipo de situaciones de parada cardíaca cada minuto que pasa es peor"

Agente local de Sopela