- Cuatro personas resultaron heridas ayer de carácter leve a causa de una explosión que tuvo lugar en la cafetería Sabai, de Algorta, sobre las 10.30 horas. La detonación, debido a una fuga de gas, según la alcaldesa getxotarra, Amaia Agirre, y su onda expansiva ocasionaron daños de diversa consideración en locales comerciales y hosteleros próximos, así como en los vehículos que estaban aparcados cerca. También, hubo afecciones a las viviendas situadas encima del bar, fundamentalmente relacionadas con la ruptura de cristales. Los vecinos, de todos modos, fueron evacuados por precaución.

Dos de los heridos tuvieron que ser trasladados a centros médicos: una mujer de 59 años fue al hospital de Urduliz y un hombre de 56, al de Cruces. Además, una persona con movilidad reducida, que se encontraba en el interior de uno de los domicilios afectados, necesitó una ambulancia para ir a la residencia de un familiar, pero no estaba accidentada. Por otro lado, las otras dos personas con lesiones fueron atendidas por los servicios sanitarios en el mismo lugar del suceso, es decir, cerca del número 10 de la calle Alangobarri. Según indicó a este periódico Oihana, de Kalaka Delicatesen Denda -situada en la zona- en el momento del estallido no había nadie en el interior del Sabai, que quedó destrozado. “Es un bar que suele estar abierto por la noche”, puntualizó. Tampoco en esos instantes pasaba nadie por esa acera. De ahí que el comentario de muchos vecinos ayer en el barrio getxotarra fuera: “Lo que podía haber sido... Ha habido suerte”. La propia primera edil, que se acercó hasta el lugar, aseguró: “Ha quedado todo en un susto y esperamos que las personas heridas se recuperen pronto”. La fortuna también se tradujo en que el suceso no tuvo consecuencias graves sobre la guardería Bambinitu, en frente de la cafetería -solo se rompió su cristalera-, y en que uno de los locales comerciales con mayores daños lleve ya meses cerrado y en búsqueda de un arrendatario. Y es que el espacio donde estaba la copistería La repro, ya en la calle Euskal Herria, sufrió de manera importante por la detonación y la onda expansiva.

Pero sobre todo padeció las secuelas la mercería Koselo, justo al lado del bar donde se originó el escape de gas. De hecho, al parecer los heridos estaban en esta tienda. La pared que pega al Sabai estaba totalmente derruida, así como los cristales del escaparate y el interior del local también quedó muy dañado.

Los cristales deKalaka Delicatesen Denda también quebraron casi por completo. Pero lo que más preocupaba ayer a Oihana era el corte de luz que le impedía tener las cámaras frigoríficas activas. Esta hostelera de Getxo ya estaba en su establecimiento cuando ocurrió el incidente. “Ha sido un segundo de una explosión enorme”, comentó. “He salido rápido y no sabía de dónde había venido, solo veía cristales rotos. Hasta he pensado que había pasado algo en las obras del parking Manuel Gainza, de aquí al lado. Luego ya he visto que era en el bar, así que he ido allí y he gritado para ver si había alguien, pero el dueño no estaba”, explicaba a este diario. También fue testigo de la explosión Silvia, de Tatuajes Sauco. “Ha sido un reventón flipante, parecía que se caía el edificio encima. Me he llevado un susto horrible, estaba a punto de hacer un tatuaje, menos mal que no había empezado”, señaló. Su negocio, afortunadamente, no se vio afectado y eso que está al lado de lo que era La repro.

Respecto a las viviendas, las del primer piso encima del local hostelero se llevaron la peor parte -los bomberos tuvieron que quitar los pocos restos de los ventanales que aguantaron la explosión-, al igual que el Seat estacionado justo delante de la cafetería. Las primeras informaciones hablaban de una fuga de gas, aunque la policía investiga los hechos para confirmar las causas.

10.30

La explosión se produjo en torno a las 10.30 horas. Según una persona que la escuchó, fue “un reventón flipante” y parecía que “se caía el edificio encima”.

Los heridos

La fuga de gas causó heridas a cuatro personas. Ninguna de gravedad, pero un hombre de 56 años y una mujer, de 59, fueron trasladados a centros hospitalarios.

Los daños

El suceso causó daños materiales importantes en las viviendas de las primeras plantas encima del bar, en comercios aledaños y en vehículos.

Los bomberos se vieron obligados a quitar los trozos de cristales de las ventanas de las viviendas afectadas por la explosión, ya que prácticamente estalló todo el ventanal de estos pisos. La mercería Koselo fue una de las más afectadas al estar al lado del bar donde se originó el escape de gas, que provocó un enorme susto a los vecinos de la calle Alangobarri.