El Gobierno vasco construirá dos depósitos junto al vertedero de Zaldibar para albergar los residuos que se están retirando en la búsqueda de los dos operarios sepultados en el desprendimiento del 6 de febrero, lo que ayudará a estabilizar la escombrera y el talud de la AP-8 y minimizar el impacto ambiental.

El Consejo de Gobierno ha aprobado en su reunión de este martes la ejecución urgente de estas dos celdas, que forman parte de las medidas de urgencia que el Ejecutivo está llevando a cabo "de forma subsidiaria" para prevenir nuevos deslizamientos, facilitar la búsqueda de los dos trabajadores, controlar los incendios originados tras el derrumbe y encauzar los lixiviados.

Para minimizar las afecciones al medio ambiente y los riesgos del transporte de los residuos retirados, los técnicos han recomendado construir dos depósitos de seguridad en unos terrenos adyacentes al vertedero, parte de ellos de la empresa Verter Recycling (propietaria de la escombrera) y otra parte de varios propietarios.

La capacidad estimada del depósito 1, situado en la parte baja del vertedero, será de 140.000 metros cúbicos, y la del depósito 2, que se ubica en la superior, es de 160.000, según ha explicado el portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, en la rueda de prensa celebrada tras el Consejo de Gobierno.

Las dos celdas, que se sellarán una vez se alcance su capacidad prevista, se construirán "con todas las garantías para asegurar la impermeabilización de los terrenos, la salida de gases y el adecuado drenaje y recogida de las aguas".

El decreto que da luz verde a la construcción de estos depósitos declara la "utilidad pública e interés social" de esta intervención, así como la "urgencia de la ocupación temporal de los terrenos" necesarios para su creación.

Además, dada la situación de "emergencia" tras el colapso del vertedero, no será necesario someter el proyecto a las habituales evaluaciones de impacto ambiental y de calidad del suelo, algo que la legislación permite en estos casos. También se le ha eximido de obtener las licencias urbanísticas municipales.

En todo caso, ha asegurado el portavoz, el Departamento de Medio Ambiente ha efectuado un estudio de idoneidad.

Aunque el vertedero de Zaldibar es de materiales no peligrosos, los residuos han sido calificados de peligrosos a efectos de su tratamiento, al haberse mezclado en el deslizamiento con el contenido de las celdas autorizadas para acoger materiales de construcción con fibrocemento (amianto).

El Gobierno vasco ha recordado que está actuando de forma subsidiaria y que la ley estatal de Responsabilidad Ambiental de 2007 establece que corresponde a la empresa propietaria "sufragar sus costes, cualquiera que sea su cuantía, cuando resulten responsables de los mismos".

Esa misma norma se refiere a los casos en los que se precisa la actuación directa de la Administración, como es el caso de Zaldibar, y determina que la autoridad competente "dictará resolución fijando el importe de los costes de las medidas ejecutadas en aplicación de este artículo y el obligado u obligados a satisfacerlos".

Asimismo establece que se podrá exigir dinero destinado a esas actuaciones a la empresa o a un "tercero que haya causado el daño o la amenaza inminente de daño".