Estrés. Concentración. Pero, sobre todo, nervios, muchos nervios. Eso es lo que se respiró ayer en la explanada del Bilbao Arena minutos antes de que diera comienzo la primera de las pruebas del proceso selectivo para cubrir las 38 plazas de bombero que oferta el Ayuntamiento de Bilbao a la que se presentaron 670 personas.

Los más impacientes fueron los primeros en llegar. Antes de que el reloj marcara las 8.30 horas, algunos de los aspirantes ya esperaban, ansiosos, a entrar. Sus caras reflejaban nerviosismo pero aseguraron estar "con muchas ganas" de hacer la prueba. "Tenemos los nervios a flor de piel", indicaron Raúl e Iñigo. Para ellos, la de ayer fue la primera oposición a la que se enfrentaban, aunque aseguraron estar preparados para ello. "Llevamos estudiando mucho tiempo, y en el último mes no sabríamos decir la media de horas que hemos estado frente a los apuntes cada día. Hemos estado por la mañana y por la tarde a fuego", prosiguieron.

Otras muchas personas que acudieron ayer al examen no fue la primera vez que realizaban una prueba de estas características. Fue fácil distinguirles, ya que sus rostros reflejaban algo más de tranquilidad. "Venimos sin presión. Somos de Gasteiz y hemos venido para ver cómo es este examen", dijo Mikel. Por su parte, Unai aseguró que acudió a la prueba "para probar y tener más experiencia para otras veces. Venimos con lo aprendido de otras ocasiones porque hay bloques en común". Estos dos amigos estaban acompañados de Maialen, que también tenía experiencia en exámenes de oposición. "Es importante ir presentándose a estas pruebas para no perder el ritmo", indicó.

El primer examen consistió en un cuestionario, tipo test, de 100 preguntas sobre conocimientos teóricos y fue realizado por 670 personas, de las cuales solo 29 fueron mujeres.

Los minutos pasaban y llegó momento de abrir las puertas. Eran las 8.45 horas cuando los aspirantes comenzaron a entrar en el recinto de la prueba. Nueve bloques diferentes separados alfabéticamente por apellidos. Tras dos horas de examen, los aspirantes fueron saliendo del recinto con rostros mucho más relajados, y liberados. Jone fue a luchar por su sueño. "Llevo queriendo ser bombera desde pequeña y con 30 años me he animado", indicó, antes de asegurar que lleva "muy poco" en este mundo de las oposiciones, pero, tras hacer el examen, cree que habrá buenas notas. "Se que las pruebas físicas tienen esa dificultad para nosotras, pero las chicas también somos deportistas y vamos a poder con ello", indicó segura. Para Carla, una de las 29 mujeres aspirantes, cree que la dificultad fue "media" y es por ello que tiene "bastantes esperanzas de aprobar". Esta joven asturiana acudió a las oposiciones de Bilbao "porque la cantidad de plazas que se ofertan allí es inferior a las que sacan aquí".

Inicialmente estaban inscritas 1.003 personas, de las cuales solo fueron admitidas 951, aunque ayer solo se presentaron en el Bilbao Arena el 70,45% de ellas. Entre las personas admitidas, 25 por cada plaza ofertada, un 45% eran mujeres, mientras que 538 están empadronadas en Bizkaia. "La cifra de participación significa un éxito en la convocatoria", aseguró Gotzone Sagardui, concejala delegada del área de Gobernanza y Proyectos Estratégicos del Ayuntamiento de Bilbao, que acudió al lugar de la prueba para observar cómo se desarrollaba la primera fase de la oposición.

EN 2022 nuevas pruebas Tal y como indicó Sagardui, "seguramente" las próximas oposiciones para bombero tengan lugar en 2022. "Lo tenemos como compromiso", aseguró. Precisamente, en la actualidad, la plantilla estructural del Cuerpo de Bomberos es de 186 profesionales con una edad media de 43 años, de los cuales 117 son funcionarios de carrera en propiedad; 64, funcionarios interinos, mientras que los 19 restantes realizan funciones temporales.

La de ayer fue la primera de las cinco fases obligatorias y eliminatorias. La segunda prueba de aptitud física; la tercera, la psicotécnica, y la cuarta, la de conducción. El último ejercicio será la prueba de euskera, de carácter obligatorio y eliminatorio en las plazas con perfil lingüístico 2 de euskera preceptivo, mientras que para el resto de plazas será voluntario y no eliminatorio

Las personas que superen esta fase accederán a la fase de concurso y los aspirantes con mejor calificación deberán realizar un curso formativo y un periodo de prácticas. Esta fase la organiza el Ayuntamiento de la villa en colaboración con la Academia Vasca de Policía y Emergencias, y pretende proporcionar a los aspirantes la formación y capacitación suficiente para desarrollar con eficacia las funciones que ejercerán en un futuro.