Bilbao busca servicios discrecionales de autobús para impulsar la terminal

La intención es convencer a las compañías de autobuses que ya operan en Bilbao Intermodal de forma regular, u otras que puedan unirse al proyecto, de que generen viajes puntuales en autobús. Con ello el Ayuntamiento quiere que Bilbao se convierta en un nodo principal del transporte por carretera de toda la cornisa cantábrica. Asier Abaunza, concejal de Obras y Planificación Urbana indica que "buscamos promover conexiones de temporada, como a estaciones de esquí en invierno, parecido a los que pasa en el aeropuerto de Loiu con determinados destinos que se ofertan por las aerolíneas en épocas del año concretas. Eso se puede trasladar también a los autobuses". El hecho de conectar con diferentes modos de transporte como Renfe, metro, tranvía o taxis sin salir casi a la superficie es un valor también que ayuda a plantearse atraer nuevos clientes no solo de Bizkaia sino de otros territorios aledaños, los cuales también podrían llegar a Bilbao Intermodal vía rutas regulares de autobuses.

Ese tipo de servicios discrecionales por carretera, que se pueden ampliar en verano a trayectos a zonas de playa, que no están cubiertos por las actuales líneas regulares, o a eventos deportivos, son viables ya que la nueva infraestructura lo permite sin apreturas. Y por el horario no hay problema, incluso cuando la llegada o partida de los viajeros se produzca de madrugada. Abaunza recuerda que "el acceso independiente con que contamos, la denominada zona nocturna, nos permite operar con autobuses chárter a cualquier hora con destinos y servicios muchos más puntuales".

Hay que tener en cuenta además que el autobús como modo de transporte público está llamado a crecer en las próximas décadas, teniendo en cuenta su alta capacidad de llevar personas con un impacto medioambiental mucho menor que el que genera el coche privado y que va a ayudar a la descarbonización del transporte en general.

La nueva infraestructura se ha construido con mucha holgura con el fin de que tenga recorrido a lo largo de los próximos años. Asier Abaunza apunta que "a las 29 dársenas que tenemos ahora en activo en la planta -2 se le puede sacar mucho más rendimiento".

Tras casi dos meses de actividad se ha comprobado que a lo largo del día muchas de ellas carecen de actividad y además, como concreta el edil, "existe la posibilidad de aplicar un mayor número de rotaciones en cada una de las bahías actuales, igual que pasaba en la anterior terminal provisional". Hay que tener en cuenta que las instalaciones en superficie ya desaparecidas tenían tan solo 13 dársenas, menos de la mitad que la actual, y salían el mismo número de expediciones diarias. Abaunza detalla que "eso era porque la rotación de los autobuses era mayor que la actual". La capacidad de crecimiento prevista implica que se podrá llegar casi a las 1.100 expediciones diarias a lo largo de los próximos años, según se vaya generando la demanda por parte de las compañías de transportes.

Y si se cubre toda la capacidad de la actual planta en funcionamiento, Bilbao Internacional aún tiene otra alternativa de crecimiento dos plantas por debajo, en la -4. Son casi 3.500 metros cuadrados de superficie diferenciados de la zona de estacionamiento de vehículos y que en la actualidad están destinados para ser utilizados por las empresas de transportes como una bolsa de estacionamiento donde aparcar los autobuses mientras llega la hora de recoger a sus viajeros.

En la actualidad hay pintadas 19 parcelas para esas paradas temporales que se complementan con un túnel de lavado para que las compañías que lo deseen puedan limpiar sus unidades mientras esperan. Cuando sea necesario este espacio se podrá reorganizar para albergar dársenas que den servicio a autobuses que operen con pasajeros.