BILBAO - Los semáforos desaparecerán de Bilbao, aunque lo harán de forma progresiva y no en su totalidad, pero sí se reducirán considerablemente. “Se trata de darle prioridad al peatón”, como defiende el concejal del Área de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento, Alfonso Gil. Después de reducir la velocidad en la villa a 30 kilómetros por hora en la mayoría de sus viales, ahora toca eliminar los semáforos de las zonas más pacíficas de tráfico.

El área que gestiona Gil es la tercera en cuanto dotación económica del Consistorio bilbaino con 66.899.352 euros, lo que denota la implicación del gobierno en la movilidad sostenible hacia la que camina la ciudad. Tras los pasos dados estos últimos años, Bilbao se prepara para dar un salto cualitativo en muchos campos. Uno de los ellos ya lo anunció el concejal hace pocas semanas y es la idea de extender el límite de circular a 30 kilómetros por hora, que ahora está implantado en el 87% de las vías de la ciudad, a la totalidad de las calles de Bilbao. Y una cosa lleva a la otra, según enlazó Gil, porque “el calmado del tráfico ha hecho que haya aumentado el número de personas que se han hecho usuarias de las bicicletas”, con lo que el peatón recupera su espacio en las aceras.

Ahora, el Área de Movilidad quiere avanzar un poco más y para ello procederá a la retirada de los semáforos en la mayoría de las vías urbanas. Un ejemplo de lo que se quiere hacer es la actuación llevada a cabo en la zona de Castaños, donde ya no hay señales luminosas. Gil aprovechó para decir a la ciudadanía que “cuando se quita un semáforo, estamos dándole prioridad al peatón. Por lo tanto dessemaforizar una ciudad que tiene limitada la velocidad a 30 kilómetros por hora en el 86% de sus vías es una obligación”.

El concejal se encargó de recordar que ya hay municipios en Bizkaia en los que los semáforos han desaparecido y “la realidad les ha dado la razón a aquellos que tomaron la decisión”, apuntó un Gil que se refería a Durango o Amorebieta, localidades en las que no hay semáforos y sirven de modelo para ver los beneficios que reporta esta medida. Esto hará, según el concejal, que el tránsito por la ciudad sea más natural, porque “a veces los semáforos no hacen más que dificultar el tránsito peatonal”.

Electrificación Persiguiendo el objetivo final de una movilidad sostenible se encuentra otra medida que contribuirá a la eliminación de las emisiones y por tanto a la mejora de la calidad del aire. Se trata de la electrificación hacia la que ya caminan los autobuses de la flota municipal, de manera que antes de que acabe el año se incorporarán quince nuevas unidades, mientras que para el próximo ejercicio habrá otras 32 nuevas y 22 más en 2021 que permitirán el rejuvenecimiento de la flota.

Además, el Ayuntamiento presentará próximamente la nueva redistribución de las líneas de Bilbobus, que incorporará modificaciones solicitadas por los vecinos, como la creación de una parada en la plaza Corazón de María, a su paso por San Francisco, y novedades en el Gautxori o en la línea de Zorrotza, entre otros cambios.

Las modificaciones se incorporan al servicio de autobuses tras el estudio realizado este año, que entrará en vigor a primeros de enero.

La electrificación de la movilidad desarrollará también en otros ámbitos. Así, por ejemplo, el departamento de Movilidad estudiará cómo y dónde instalar las electrolineras. “Ya ha habido compañías energéticas que nos han ofrecido establecer muchas electrolineras, pero cuando lo hacemos estamos cautivando un espacio público, por lo que hay que estudiarlo”.

El Ayuntamiento quiere añadir a esta tendencia sostenible la distribución de mercancías que realizan su reparto en el área urbana, por lo que pretende que este transporte sea también eléctrico.

Junto a esto crecerá también el número de bicicletas, que el año próximo incorporará otras 150 que podrán ser depositadas en seis nuevos puntos de recogida. “Queremos establecer una red que llegue a todos los distritos de la ciudad”. El programa Bizi Eskola, que visitará todos los centros bilbainos, enseñará a los usuarios a circular con bicicleta por la ciudad, mientras que aquellos usuarios que no tengan carné de conducir deberán realizar el curso de manera obligatoria.