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Veteranos con el rebaño

José Luis Menoyo, Paula Menoio y Goyo Otxoa reciben un homenaje en Amurrio por su dedicación Los tres están ya jubilados pero continúan vinculados a la crianza de ovejas o elaborando quesos

Veteranos con el rebaño

Amurrio - El duro oficio del pastoreo volvió a ser homenajeado en Amurrio durante la celebración del Artzain Eguna con numerosas actividades relacionadas directamente con el sector, pero, sobre todo, con José Luis Menoyo Mendia, Paula Menoio García y Goyo Otxoa de Zuazaola como principales protagonistas con nombre propio de la jornada festiva.

Nacido el 21 de junio de 1945 en Aguiñiga, Jose Luis Menoyo ha estado vinculado desde pequeño con el cuidado y crianza de animales, aunque no empezó a dedicarse de forma profesional a la ganadería hasta que volvió de la mili. De los siete hermanos, solo él y su hermana se hicieron cargo de la explotación familiar. “Al principio teníamos vacas y ovejas y vendíamos la leche, pero cuando llegó la bajada de los precios, decidimos dedicarnos a la elaboración de quesos de oveja y pusimos en marcha la quesería Larrabe, S.C.”, explica.

Su producto está vinculado al Artzai Gazta y pertenece a la Denominación de Origen Idiazaba. Gracias a su calidad, ha ganado ya varios premios al mejor queso, tanto en la feria de Gernika como en Amurrio. Además, su explotación lleva varios años llevándose el galardón de mejor control lechero del valle de Ayala. José Luis ya está jubilado, pero sigue ayudando en lo que puede a su familia. “Toda la vida he trabajado muy duro, el oficio de pastor es muy sacrificado y cualquiera no se dedica a ello. Sin embargo, a mí me gusta y ya no me imagino haciendo otra cosa”, afirma.

Por su parte, Paula Menoio, de 62 años, se crió con los corderos como juguetes, lo que le hizo guardar un gran cariño por las ovejas. A este oficio dedicó su vida profesional, ya que al ser madre decidió dejar su trabajo en una empresa de Murgia para poder pasar más tiempo con sus cuatro hijas y montar su propia explotación de ovino. Trabajando de sol a sol durante siete meses al año, Paula ha gestionado con alegría y cariño un rebaño de más de 300 ovejas durante muchos años y con la ayuda de su familia ha luchado por salir adelante con esfuerzo y el cariño por su tierra.

Ya jubilada, Paula continúa con un rebaño de ovejas que va vendiendo poco a poco, porque le cuesta buscar compradores y es que su mayor pena es que el pastoreo muera. “No hay relevo generacional, se trata de un trabajo muy sacrificado que apenas da para vivir dignamente y eso provoca que las nuevas generaciones no quieran dedicarse al pastoreo, que sin embargo tan importante es para conservar nuestro entorno tal y como lo conocemos”, asegura.

Vinculación con el baserri El más longevo de los tres pastores homenajeados es Goyo Otxoa de Zuazaola. Nació en Aspuru el 6 de julio de 1938, se crió junto con sus cuatro hermanos en el caserío Lomendi y desde pequeño ha vivido de la vida en el campo, cuidando a los animales, sembrando, y pastoreando. Tras casarse con Mari Carmen Zumalde, se quedaron a vivir en el caserío familiar y, entre los dos, han sacado adelante a sus dos hijos dedicándose a la crianza y cuidado de vacas de leche y de un rebaño de hasta 300 ovejas del que vendían la leche.

Siempre involucrado las labores del baserri y el mundo rural Goyo lleva ya más de quince años retirado y es uno de sus hijos quien continúa con una explotación de vacuno de leche, pero “yo a día de hoy sigo cuidando de un pequeño rebaño de ovejas porque es lo que se hacer y así me mantengo entretenido y, al mismo tiempo, unido a la tierra y a la ganadería”.