BILBAO. El diputado foral de Infraestructuras, Imanol Pradales, ha informado este jueves de la segunda fase de las obras del enlace de Kukularra, punto "neurálgico" de la red de carreteras vizcaina de alta capacidad que forma parte de la red transeuropea de transporte y que "está llegando al límite" de su capacidad, con lo que se pone "en riesgo" la movilidad en la zona y la seguridad de los conductores.

El nudo de Kukularra, en el que confluyen las carreteras BI-637 y N-637 junto al puente de Rontegi y que ahora es el único enlace que distribuye el tráfico entre ambas márgenes de la ría, presenta actualmente un trazado complicado en el que confluyen vehículos que proceden desde la Avanzada y de Rontegi hacia el corredor del Txorierri.

El enlace registra actualmente el paso de 150.000 vehículos diarios en jornadas laborables, aunque ha llegado a soportar "picos" de hasta 165.000 vehículos.

Por ello, Pradales ha destacado que las obras en Kukularra constituyen una actuación "prioritaria" para la Diputación, y que el objetivo es aumentar la capacidad, velocidad y seguridad en la zona.

Una vez concluida el pasado mes de abril la primera fase de las obras, en las que la Diputación actuó en 2,3 kilómetros del trazado e invirtió 5,1 millones de euros, ahora se han adjudicado los trabajos de la segunda fase a una UTE (Kukulabarri) formada por las empresas Balzola y Asfaltos Uribe.

Las obras de la segunda fase están presupuestadas en 9 millones de euros y tienen un plazo de ejecución de 21 meses, por lo que, tras su inicio previsto a mediados del próximo mes de octubre, se espera que estén completadas en el verano del año 2021.

Consistirán en tres actuaciones: el desdoblamiento en dos carriles del ramal entre la Avanzada y el Txorierri, la creación de un paso inferior para los vehículos que proceden de Rontegi y se dirigen a Txorierri/Erletxes, y la habilitación de una vía de escape desde Rontegi a Enekuri.

Pradales ha señalado que se trata de una obra "muy relevante y compleja", en la que será necesaria una labor de "microcirugía", dado el carácter estratégico del enlace y debido a que no se puede cortar la carretera mientras duren las obras.

Los trabajos implicarán una reducción de los límites de velocidad en la zona, y los cortes de vía o carril que sean necesarios se realizarán en horario nocturno. También se aprovecharán festivos y períodos vacacionales.

"Cualquier impacto en Kukularra afecta a toda la red metropolitana", ha destacado Pradales, quien ha pedido a los conductores que tengan "paciencia" y respeten las señales de las obras, por su seguridad y la de los trabajadores.

El diputado de Infraestructuras ha remarcado que estas obras mejorarán la fluidez del tráfico en la zona, tal y como ha ocurrido con la primera fase de los trabajos.

Con esa primera fase se ha logrado, según Pradales, que la congestión de tráfico que se produce en la zona especialmente a primera hora de la mañana (entre las 7 y las 10 horas) se haya reducido de 3 a 1 hora, y que la velocidad haya aumentado.

Ello supone que cada usuario de la vía se ha ahorrado 6 minutos de media de viaje en un día laborable.