LA recepción de San Ignacio es algo parecido a lo que en política son los parlamentos; en las empresas, la junta general de accionistas; las asambleas de trabajadores, la reunión de la escalera o incluso las comidas de cuadrilla”. En definitiva para Unai Rementeria “son espacios de encuentro necesarios”. En los años en que lleva presidiendo la Diputación Foral de Bizkaia ha acostumbrado a los asistentes a conocer de primera mano los retos y el camino que va a seguir el equipo foral. Y les ha adelantado novedosas propuestas e incluso arriesgados planteamientos que después se ha comprometido a cumplir. Inició una legislatura de crisis económica y se apoyó en un símbolo: un Goazen. Y ahora inicia otra legislatura cambiando aquel símbolo para afrontar el Egiten.

Han pasado poco más de cuatro años desde el Goazen al Egiten en el que Bizkaia ha crecido social y económicamente. En este tiempo el diputado general ha hecho un guiño constante a los jóvenes.

En los primeros años sus discursos apelaban a la búsqueda de la estabilidad, pero ya hace dos cursos, cuando el territorio se recuperaba de la crisis, Rementeria abogó por la recuperación del poder adquisitivo. “Ha llegado la hora de que los trabajadores recuperen el poder adquisitivo perdido durante la crisis y de mejorar la calidad de empleo”. El máximo representante institucional del territorio vizcaino tenía entonces suficientes argumentos como para hacer esta petición a la clase empresarial. Los datos le avalaban. “Llevamos trece trimestres creciendo y la tasa de paro ha descendido al 12,2%”, anunció. Tampoco se olvidó de las personas que están en peligro de perder el trabajo en diferentes empresas de Bizkaia, ni de la brecha salarial existente entre las personas que gozan de un empleo estable y las inmersas en el submundo del empleo temporal.

El año pasado dio un paso más y destacó la necesidad de impulsar una Entidad de Previsión Social Voluntaria de empleo para “todos los trabajadores” del territorio y aprovechó la cita de fin de curso político para instar a empresas y sindicatos a hacer “un esfuerzo” para desarrollar la iniciativa, en la que la Diputación Foral de Bizkaia “está dispuesta” a ayudar.

Ayer volvió a hacer un nuevo guiño a los jóvenes, no sin exigirles compromiso de trabajar y bien, y se dirigió igualmente a las empresas para que se impliquen en la contratación de jóvenes bien formados que buscan empleo.

“Ahora toca mirar al frente, a cuatro años y también más allá. Y los símbolos seguro que nos ayudan otra vez”, dijo, para afirmar que “la esencia es Bizkaia, pero toca cambiar el complemento”. Por ello, cree que “es momento para que aquel Goazen deje paso al Egiten, del Bizkaia goazen a Bizkaia egiten”.

Y explicó que Egiten ofrece “dos acepciones: una física, material, y otra más conceptual, emocional”. “Haciendo hacemos Bizkaia, mejoramos Bizkaia, evolucionamos Bizkaia”, remarcó, para afirmar que Bizkaia “siempre será un proyecto inacabado, con una posibilidad de mejora infinita, con una obligación de mejora continua”. En ese sentido, dijo que “los distintos gobiernos y sociedades somos herramientas y juntos vamos haciendo Bizkaia, mejorándola”.

Tras asegurar que “hoy estamos mejor que hace veinte años y dentro de veinte años estarán mejor que hoy, y eso es lo importante”, Rementeria apuntó la necesidad de “blindar esa cadena, cuyos eslabones somos las personas, cada una en su posición, todas imprescindibles y todas valiosas”.