Ondarroa - Aunque no resultara nada fácil de manejar, técnicos de la Diputación Foral de Bizkaia y de varias empresas contratadas consiguieron ayer soltar dos secciones del puente giratorio de Ondarroa gracias a una grúa de gran tonelaje. La histórica pasarela, inaugurada en 1927 y cerrada al público desde agosto de 2016 por el importante grado de deterioro por corrosión en el que se encuentra, será trasladada a un taller especializado, donde tratarán de recuperar las piezas originales y sustituir aquellas que están inservibles. Los ondarrutarras perderán su Plaiko Zubi, que así es como es conocida, durante los próximos meses. Pero lo recuperarán “a finales de año”, señalaron los portavoces de la entidad foral, cuando el puente que salva el río Artibai vuelva a su emplazamiento con un aspecto renovado y, sobre todo, podrá seguir siendo utilizado con total seguridad con su giro primigenio incluido.

Una grúa de gran tonelaje, instalada en la margen derecha del Artibai, fue la gran protagonista del seccionado del puente. Tanto o más lo fueron los operarios que, subidos a la pasarela giratoria, e incluso con soplete en mano, fueron cortando una sección que ayer tocó tierra para poder ser izada con seguridad. La pasarela giratoria, en sí, está formada por dos piezas. “Y vamos a dividirlas a la vez en otras dos para su desmontaje”, aseguraron desde el departamento de Desarrollo Económico y Territorial. El punto exacto donde se procedió al corte fue “donde arranca la parte de celosía, que vuela sobre la ría”, informaron sobre una maniobra efectuada con buenas condiciones climáticas en todo momento, lo que ayudó a que estuviera bajo control de los técnicos. “No es un puente cualquiera, va a cumplir 100 años y tiene muchas incertidumbres de hasta cómo se comporta”, afirmaron poco antes de arrancar los trabajos.

Las tareas, para las que se aprovechó la marea baja, duraron horas y buena parte del paseo de la margen izquierda estuvo cerrada al paso. Las embarcaciones tampoco pudieron surcar las aguas. Toda medida de precaución era poca para que el desmontaje fuera un éxito. Declarado Bien Cultural por el Gobierno vasco en 2008, la pasarela de Ondarroa, que es la única de las que se mantiene en Bizkaia, comenzó a tener problemas a finales de 1950 y en los 80 se dejó de abrir para permitir la entrada y salida de los buques fondeados en el interior del río Artibai. Es por ello que fue indispensable tirar de precaución para que una de las secciones fuera primero troceada y después desmontada.

Las tareas continuarán durante la jornada de hoy, “en la que nos llevaremos la parte de alma llena, lo que es la pila y el estribo. Lo retiraremos, lo dejaremos en el paseo y nos lo llevaremos con un camión”. Mañana la grúa cambiará de margen del Artibai, para repetir la operación, aunque en sentido inverso y desde la ayer concurrida plaza Itsasaurre. “Retiraremos la pieza de la celosía, primero, y después nos llevaremos la pieza de la alma llena”, concluyeron los técnicos, que esperan completar todos los trabajos para el viernes. “Intentamos hacerlo así, entre otras cosas, porque aquí hay muchos agentes públicos implicados y tratamos de generar las menores molestias posibles”, según determinaron. Para muestra un botón: hoy es jornada de mercadillo en Itsasaurre y los trabajos han sido diseñados atendiendo a esa situación. Las tareas de rehabilitación en conjunto del puente giratorio, que tiene un plazo de nueve meses, fueron adjudicados a la empresa Orion Reparación Estructural por 664.571,63 euros tras dos procesos de licitación que no pudieron ser resueltos de forma satisfactoria.

piezas aprovechables El trabajo durante los próximos meses no será a cielo abierto, sino que se efectuará en un taller especializado que tratará de rehabilitar las piezas que puedan ser reutilizadas y copiar aquellas que la corrosión ha inutilizado. “Sabemos seguro que algunas piezas no están en condiciones. Por ejemplo, los chapones unidos por soldadura no se pueden recuperar y tampoco tiene sentido, porque no son de la estructura, sino que son apaños que se le hicieron al original”, informaron. “Sabemos que las dos partes de celosía no se pueden aprovechar ni los mecanismos de giro. Tampoco las barandillas, que sustituiremos por las más parecidas que encontremos”. La Diputación sí prevé reparar la propia estructura de la pasarela, saneando las zonas que se puedan recuperar mediante chorros de arena e hidrolimpieza y sustituyendo las más dañadas por un nuevo acero, de calidad superior al actual.

En lo que respecta al pavimento de madera, también será repuesto por otro nuevo que garantice su resistencia y evite resbalones a los peatones, elevando también la altura de las barandillas para evitar el riesgo de caídas. Se actuarán, además, sobre las pilas, para afianzarlas. La recuperación del giro de la pasarela de Ondarroa, por último, conllevará eliminar elementos urbanos, como el murete de mampostería, por lo que se aprovechará para urbanizar y pavimentar la margen izquierda, instalando también iluminación ornamental mediante tecnología led.