BILBAO. Las obras, que se han adjudicado en el Consejo de Gobierno foral de este martes con un presupuesto de 3,7 millones de euros y un plazo de ejecución previsto de 33 semanas, van a permitir obtener un compost de clase "A" y dar cumplimiento a la reglamentación Sandach, "lo que abriría la puerta a que en el futuro pudieran incluirse restos de carne y pescado en la recogida selectiva de biorresiduo, si así se decidiera", según ha indicado Diputación.

El proyecto constituye la primera fase de un diseño modular establecido para facilitar la ampliación de la capacidad futura de la planta hasta un 40% con respecto a la actual.

En cuanto a los trabajos que se desarrollarán para lograr estos objetivos, se levantarán nuevos muros de hormigón en cada una de las tres naves de la planta (nave de recepción, nave de compostaje y nave de afino), que constituirán las paredes de los nuevos túneles de compostaje y de los trojes de recepción, afino y venta y expedición.

También se instalarán nuevas canalizaciones asociadas a dichos túneles y a las pilas de maduración, así como sistemas de aire a presión para la ventilación de las pilas, canalizaciones de riego y un nuevo sistema eléctrico para alimentar todos los equipos de la planta.