La población de Bizkaia ha tenido históricamente la costumbre de ascender alguna de las numerosas montañas del territorio el último día del año, es decir, el 31 de diciembre. Hay quien opta por subir al Gorbea, la mole más elevada del territorio histórico. También hay quien elige montañas de menor envergadura pero mayor dificultad, como el Anboto. Pero la ciudadanía de Mungia tiene otra opción mucho más cercana y accesible. Entre Bakio, Maruri y el mismo Mungia, la cima del monte Jata, que asciende hasta cerca de los 600 metros, vigila toda la zona.
Por ello, la asociación mungiarra Andui Mendigoizale Taldea decidió organizar una subida popular para despedir el año. “Antes solíamos ir a Gorbeia, pero cada vez se junta más gente. Así que nos pareció una idea muy interesante realizar nuestra excursión a Jata, para poder mostrar a nuestro vecinos y vecinas la naturaleza de nuestro alrededor, que es mucha, bonita y muy rica. Además, se trata de un recorrido bastante sencillo y muy adecuado para disfrutar con la familia o la cuadrilla”; admitió Luis Gento, presidente de la asociación, quien considera que, en ocasiones, “conocemos mucho más lo que está lejos de nosotros” que las bellezas que rodean los municipios vizcainos.
Entre las 17.00 y las 19.00 horas de los días 26 y 27 de diciembre, las personas interesadas en asistir a la excursión podrán inscribirse en el batzoki de Mungia.
Dos salidas Son dos las salidas programadas para realizar el itinerario; la primera de ellas partirá a las 8.00 horas desde el Consistorio de Mungia, y estará integrada por las personas que hagan la totalidad del camino a pié, realizando un total de 20 kilómetros entre la ida y la vuelta. Serán los más animados. La segunda salida se celebrará a las 9.00 horas en el mismo lugar y, en este caso, los participantes irán en autobús, -por lo que tendrán que pagar tres euros-, hasta el mirador de Bakio, donde tan solo tendrán que recorrer cuatro kilómetros. La llegada aproximada a Mungia está programada para las 13.00 horas.
Luis Gento se mostró muy satisfecho con la aceptación que la subida a Jata: “Cada vez se anima más gente a la marcha. Me atrevería a decir que es una actividad que está en auge. Además, últimamente estamos teniendo mucha suerte con el clima y eso nos permite pasar un rato agradable comiendo el bocadillo, charlando y demás”.
De esta forma, auguran el mejor de los futuros a esta salida que se está convirtiendo ya en tradición. Y es que no es mala idea despedir el año teniendo el mejor de los paisajes extendido a los pies. Eso lo saben quienes suben al monte de forma habitual, por lo que animan al resto a “vivir la experiencia”.