El espíritu de la golosina
UNO de los presentes -no diré quién por aquello de la mala educación de señalar con el dedo- dio en el clavo con el uso del lenguaje popular cuando dijo que la obra de Alberto Giacometti se ampara en el espíritu de la golosina. No en vano, las creaciones del artista suizo alargan las sombras de sus personajes, como si las sometiesen a una estricta dieta o al potro de tortura que las estira casi hasta el infinito. Una bola de yeso que pende de un hilo y parece partirse (quizás una de las obras más singulares, habida cuenta que su creación tiene un tono escuálido, ese aire desgarbado de Don Quijote...) es una de las piezas maestras de entre las más de 200 esculturas que ha cedido la Fondation Giacometti que dirige Catherine Grenier, ayer presente en Bilbao, y que abarcan de manera exhaustiva más de cuatro décadas de producción artística del viejo amigo de Jean-Paul Sartre, uno de los escultores más importantes del siglo XX.
La exposición que patrocina Iberdrola -el presidente de la Fundación Iberdrola España, Fernando García Sánchez encabezó la expedición hacia las tierras de la creación...- se podrá disfrutar gratis los días 20 y 21 de octubre y cuenta con una interesante novedad: por primera vez desde su creación en 1956, las extremadamente delicadas Mujeres de Venecia, figuras femeninas característicamente esbeltas en escayola pintada, serán expuestas al público. Son todo un recreo para la vista.
Pudieron contemplarlas el director del museo, Juan Ignacio Vidarte, quien recordó que ayer mismo el museo cumplía 21 años, el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, Joxean Muñoz, Andoni Iturbe, Petra Joos , Jon Azua; la directora de la Peggy Guggenheim Collection, Carol Veil; la consejera de Cultura de la embajada de Francia, Anne Louyot, y el propio embajador, Yves Saint-Geours; el embajador de Suiza en España y Andorra, Giulio Hass, el cónsul honorario en Bilbao del país helvético, Markus Schaub, Alberto Giovanetti, Petra Joos, comisaria junto a la misma Catherine y Mathilde Lecuyer-Maillé; Rafael Orbegozo y Asís Canales en nombre de Iberdrola, Carmen Gomeza, José Antonio Isusi, Pilar Aresti, Alberto Delclaux, Victoria Ibarra, Guillermo Barandiarán y José Ramón Prieto entre otras autoridades civiles y/o artísticas que disfrutaron de la puesta de largo.
Los invitados fueron llegando al son de un fabuloso desfile. A la cita no faltaron el pintor Jesús Mari Lazkano, Iñaki Iriarte, Edu López, Marian López, Ana Román y Martín López; artistas de la talla de Aintzane Martínez de Luna, Antón Hurtado o Víctor Sarriurgarte; Juan Mari Irigoyen; Berta Longás y José Gallego, un matrimonio en armonía con el arte; Denis Docker, Mercedes Prado; el consejero delegado de IMQ, Miguel Ángel Lujua, Pepa Gandarias, Jorge Canivell, Txema Vázquez Eguskiza, César Caicoya, José Luis Sabas, Alberto Ipiña, Begoña Bidaurrazaga, Vicente Reyes, Jesús Fernández Urbina, Begoña Cava, Juan Álvarez, Alicia Stuber, Giorgio Baravalle, Tomás Olano, Julia Carvajal, Beatriz Marcos, Julio Alegría, Mariapi Alza, Josu Abrisketa, Isabel Bátiz, Javier Vicente Abad, Maite Lastra, Xabier Pérez Gaubeka, Mercedes Fernández Trigo, Marian Troyas, Javier Zalbidea y todo un elenco de asistentes que disfrutaron de una puesta de largo que causó el mismo asombro que una puesta de sol entre los amantes del arte de alta costura, las creaciones de Giacometti que hicieron del artista suizo un canto a la modernidad que aún hoy retumba entre los amantes del arte.