Ugao-Miraballes - Pruden Peña, director de la revista Ecos de Ugao, se enfundó ayer en el alma y el papel de los dos tipos de pregoneros de antaño para emitir, a las 19.00 horas desde el balcón de la Casa Consistorial, el primer mensaje de las fiestas patronales en honor de la Virgen de Udiarraga que se extenderán hasta el lunes. “Por un lado quiero ser el alguacil que anuncia las fiestas oficiales, aunque esta vez el tambor será sustituido por el txupinazo del alcalde, y por otro lado me siento también como el pregonero que no vende, sino que regala los productos más genuinos y valiosos de nuestra villa como son la amistad, la alegría, la diversión y la convivencia”, explicó al público que tomó Herriaren Enparantza para presenciar el acto.
Con convencimiento se atrevió a pronosticar que “serán los mejores festejos de todos los tiempos” y para ello, tenía claro lo que había que hacer a partir del txupinazo: “Abrazaos, bailad hasta que se os rompan los zapatos y cantad para que se os oiga desde Saldarian o Goikiri. Dejaos llevar por la música, romped por unos días la monotonía de todo el año, de forma que la expresión de vuestra alegría no tenga más límite que el del respeto a los demás”.
Pruden Peña tuvo también palabras de agradecimiento por su elección así como hacia los ausentes y hacia la tercera edad. “Merecen nuestro máximo respeto. Estos ancianos son los que pusieron la primera piedra de todas estas celebraciones y de todos los festejos que podamos llevar a cabo” y culminó su mensaje con una reflexión personal: “Si el hecho de ser euskaldun es un honor y que si el hecho de ser vizcaino es un orgullo, ser de Ugao-Miraballes es además de un honor y además de un orgullo un verdadero título”.
Tras la lectura del pregón, el alcalde Ekaitz Mentxaka deseó a sus convecinos “llenar las calles de colorido, participar y gozar de los festejos” y encendió la llama de un cohete que provocó la alegría y alborozo de quienes presenciaban en acto desde la plaza.
Recepción bebés Una hora antes, la corporación ugaotarra ofreció una recepción “de bienvenida a los 27 niños y niñas nacidos en el último año y que son ya parte de esta gran familia que es la villa de Ugao”. Y como obsequio recibieron su primer pañuelo festivo.