Bilbao - El Área de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Bilbao ha puesto en marcha una experiencia piloto en la que 45 contenedores de basura han sido dotados con nuevas tecnologías con el objetivo de generar diferentes datos sobre su utilización por los vecinos y tras analizar esa información mejorar próximamente el servicio de recogida de residuos.
El proyecto inédito que ha sido auspiciado desde el Área de Alcaldía de la villa a través de BilbaoTIK, la evolución de la antigua empresa municipal denominada Cimubisa. Es uno de los procesos en marcha con en el que se pretende crear en la capital vizcaina un big data local, un gran banco de datos informáticos recogidos por diferentes infraestructuras municipales, que tras ser analizados por los responsables, puedan suponer modernizar servicios o crear nuevas iniciativas para la ciudadanía.
Es lo que Gotzone Sagarduy, la concejala coordinadora de Alcaldía, Desarrollo Económico y Buen Gobierno denomina “smartización de Bilbao”. Una palabra para muchos incompresible y que la responsable municipal define como “usar las nuevas tecnologías para recoger todo tipo de datos digitales y mejorar los servicios públicos, tanto en su adecuado uso como en la calidad, rentabilidad y calidad de los mismos. Con ello ganará la ciudad y su desarrollo económico”.
Los contenedores de residuos es un claro ejemplo. “Se han convertido en inteligentes”, sentencia Sagarduy mientras confirma sus palabras el director de Sistemas de Información de BilbaoTIK, Manuel Boibal.
La tecnología implantada en los diferentes depósitos de residuos permiten conocer los volúmenes que admiten, cuál es su ritmo de llenado o cuáles de los recipientes son más usados en una determinada calle. Los chips para conocer todos estos detalles han sido instalados en 45 contenedores ubicados en varios distritos diferentes de la ciudad para así contar con elementos de estudio diversificados.
“Con la información que estamos recogiendo y su posterior análisis en el Área de Obras y Servicios se pueden tomar decisiones como reordenar la gestión de una determinada zona o calle”, explica la edil. Contar con esta ingente cantidad de datos no es superfluo. Su conocimiento pueden suponer decidir, por ejemplo, recolocar los contenedores, algo importante por el espacio público a ocupar, a veces escaso, o establecer nuevas rutas del vaciado del contenedores y su reposición en función del uso que se vaya comprobando semana a semana.
Manuel Boibal detalla que “los chips instalados están recogiendo información desde hace cinco meses” y el carácter piloto de la iniciativa “es por la cantidad de contenedores en servicio, pero el uso y la recogida de datos es total en cuanto a flujos de utilización”.
Porque el potencial es inmenso, según explica la concejala. “En una segunda fase ya se está pensando en llegar a identificar el rango de edad de un determinado portal y la distancia que existe con respecto a un contenedor”, indica. El objetivo final sería, con estos datos y otros muchos que se recojan en otras iniciativas similares, llegar a “crear un modelo digital de Bilbao, una especie de gemelo virtual, que nos diga que en este portal vive gente de una edad y que tiene que tener un contenedor más cerca”, concreta. De momento especifica que “según vayamos teniendo los datos y se conviertan en beneficios para la ciudadanía, iremos ampliando la red de contenedores digitalizados”.
Otro proyecto en Bilbobus Otro aprovechamiento tecnológico implantando recientemente se ha materializado en Bilbobus. Ahora mismo seis autobuses están circulando por la ciudad haciendo las veces de estación móvil de recogida de datos de la calidad del aire.
Tras dotárseles de dispositivos wifi, se han instalado sensores exteriores que analizan los niveles de contaminación en varios puntos de las rutas que efectúan a diario aprovechando así su movilidad por la ciudad.
El responsable de Cimubisa concreta que “estas estaciones móviles, ubicadas en el techo del autobús, tiene la misma tecnología que las fijas y permiten cubrir un mayor número de zonas de la ciudad”. De hecho, a la hora de decidir en qué unidades se instalaba esta tecnología se ha optado por aquellas que efectúan las rutas más largas. Esta iniciativa también es única, al menos en el Estado, ya que en Madrid se acometió una prueba piloto pero no llegó a concluirse.
Como con los contenedores de residuos, las posibilidades futuras también se muestran muy interesantes ya que “aprovechando que tenemos los autobuses en red podemos controlar la velocidad de los turismos que los adelantan, o el tiempo que tardan en recoger viajeros. Se pueden dar variaciones a la ene potencia”, concreta Gotzone Sagarduy con creíble entusiasmo.
La concejala también puso en valor la transversalidad de la iniciativa con respecto a las diferentes concejalías y el trabajo que realiza BilbaoTIK. En el primer aspecto reflexionó que “vamos a aprovechar todos los medios de los que disponen las diferentes áreas para implementar estas tecnologías con lo que es un proyecto para todo el Ayuntamiento”. En cuanto al nuevo dimensionamiento de BilbaoTIK asegura que “tenemos capacidad financiera y conocimientos propios, con desarrollo de I+D y técnicos municipales para desarrollar su trabajo en diferentes proyectos por acometer”. Razona que “tener conocimientos tik y que quienes prestan los servicios no se aprovechen de ellos sería absurdo”. Por ello considera “una gran oportunidad trabajar en conjunto y de manera transversal para llegar a todos los proyectos que se propongan”.