Sopuerta. La ermita de Santa Ana abrirá sus puertas hoy a las 12.00 horas para la misa mayor de las fiestas patronales. Sin embargo, el corazón de muchos soportanos estará en otra ermita, la del barrio de Carral. Y es que el municipio encartado vivirá un txupinazo agridulce tras conocerse el robo de las tallas de San Roque y la Virgen, que se veneraban en este templo. Los hechos ya se han denunciado y los vecinos han empezado a compartir fotografías de las imágenes en redes sociales para dar a conocer su procedencia y dificultar así que los ladrones puedan comercializar con ellas.
Fue en la medianoche del lunes al martes “cuando un vecino escuchó ruido procedente de la ermita”, relata el sacerdote de Sopuerta, Miguel Vera. “Acudimos rápidamente y llamamos a la Ertzain-tza, pero fue demasiado tarde. Comprobamos que ya se habían llevado las tallas de San Roque, que es titular de la ermita, la Virgen que estaba en el retablo y el atril en el que se realizan las lecturas litúrgicas”, describe. Las huellas de la violenta incursión se aprecian en la puerta y en la peana de la que arrancaron al santo.
Se trata de dos tallas “de estilo popular de principios del siglo XVII”. Más allá de su valor artístico, “la gente tiene un enorme disgusto por el componente sentimental sobre todo hacia San Roque porque los recuerdos de los soportanos están ligados a celebraciones en la ermita”. De hecho, los fieles se han movilizado rápidamente para difundir fotografías a través de las redes sociales en un intento de conmover a los cacos y disuadirles de que intenten poner a la venta las imágenes. Destacan que el collar rojo y los lunares negros del perro que acompaña a San Roque hacen única esta talla.
La fiesta del 16 de agosto en el barrio de Carral se convierte en un punto de reunión en torno a la capilla del siglo XVII reconstruida en 1709 cuya advocación remite a las plegarias contra la peste. Aunque desde “la sustracción de la campana hace dos años”, según recuerda el sacerdote, la llamada a la eucaristía ya no suena igual. Contigua a la ermita se encuentra una plaza de toros que data de 1692. Construida de forma irregular, en 1983 se sometió a una reforma que le dio su actual planta circular.