Bilbao - La mitad de los vehículos que circulan por la Variante Sur Metropolitana tienen como origen o destino el territorio de Araba, hacia donde se dirigen a través de la AP-68 que toman tras abandonar la también conocida como Supersur en Larraskitu por la A-8. El diputado de Desarrollo Económico y Territorial, Imanol Pradales, volvió a defender ayer ante las Juntas Generales la unión de ambas infraestructuras, con la ampliación de la VSM que se acometerá a principios del próximo año, como “una salida natural” a esos tráficos, de la que hoy en día carecen. “Cada vez que tenemos cierta congestión en Malmasín nos está generando ya un problema en la propia Variante Sur Metropolitana. Ahí tenemos ya un problema hoy que vamos a resolver con esta actuación”, advirtió el responsable foral.

Las Juntas Generales ratificaron ayer el convenio de colaboración que va a suscribir la Diputación con la Administración General de Estado y Avasa, concesionaria de la AP-68, para conectar la Supersur con esta autopista a la altura de Venta Alta una vez se construya su ampliación. El enlace conectará la VSM con la autopista sobrevolando esta última y permitiendo a los vehículos que quieran circular por la Supersur continuar su trayecto sin tener que salir a la A-8, como ocurren actualmente. La conexión ha sido declarada de utilidad pública por la Administración General del Estado, “por la evidente mejora de la accesibilidad territorial de la zona”, y se va a crear una comisión técnica de seguimiento y coordinación. “Esta conexión es estratégica, al ser la primera parte de una actuación más global que mejorará la movilidad de todo el área metropolitana”, recordó Pradales, en relación también al subfluvial de Lamiako, que se acometerá una vez esté en marcha esta ampliación.

El convenio fue ratificado con los votos a favor de los dos partidos que sustentan a la Diputación, PNV y PSE, y también del PP y el Grupo Mixto. EH Bildu y Podemos rechazaron el convenio, por su postura contraria a la ampliación de la Supersur. “Para nosotros existen otras infraestructuras prioritarias, como la variante de Rekalde, que tiene una incidencia clara en el día a día de miles de personas”, defendió el apoderado de la coalición abertzale, Zigor Isuskiza. “Se va a construir una infraestructura para dejar de lado el fracaso de la primera fase de la Supersur, que no ha cumplido las previsiones”, lamentó. Por su parte, Nuria Atienza (Podemos) advirtió de que la ampliación “no va solucionar los atascos, sino que va a trasladar los cuellos de botella de un lugar a otro”, además de calificar de “despropósito” que se vayan a invertir 47 millones de euros por kilómetro en su construcción.

Pradales rebatió esas afirmaciones con los últimos datos de tráfico relativos a la Supersur. Según enumeró, esta infraestructura es la autopista de peaje que más está creciendo en tráficos de todo Bizkaia, un 8,2% frente al 4% del resto. Durante los seis primeros meses de este año han utilizado esta infraestructura 2,5 millones de vehículos, lo que arroja una media diaria de más de 14.300. De ellos, 671.000 son camiones.

“Ahora imagínense ustedes qué pasaría si todo esos vehículos tuvieran que pasar solo por la A-8. ¿Qué pasaría en la recta del Max Center? ¿Qué pasaría a la altura de Cruces, de las curvas de Zorrotza? ¿Se acuerdan ustedes de aquello?”, planteó.

Las caravanas, a la mitad La puesta en marcha de la Supersur, continuó el diputado foral, ha permitido reducir casi a la mitad el número de horas de congestión en la A-8, de 526 a 268, entre el enlace de Sestao y el de Cruces. Los tiempos perdidos por los conductores afectados por estas caravanas han descendido de 213.000 a 102.000 horas al año. Por otra parte, gracias a la mejora de la velocidad a la hora de circular por ambas vías, al no tener que pararse, los usuarios han podido ahorrar 429.500 horas al año, con un coste de 6,4 millones contabilizando horas que antes se perdían, combustible... En cuanto a la seguridad, la mejora también ha sido notable: de los 150 accidentes en la A-9 en 2010 se ha pasado a 73 en 2016, más otros 8 en la VSM. “Con la Supersur se ahorra en tiempo, se ahorra en seguridad y tenemos menores impactos medioambientales”, finalizó Pradales.