BILBAO. Según ha informado este sábado en un comunicado, desde el pasado 2 de julio y hasta el día 27 de agosto, 575 personas con discapacidad intelectual y 150 personas voluntarias podrán disfrutar de esta oferta de actividades estivales que gestiona el servicio de tiempo libre de Gorabide.
En concreto, el programa de vacaciones tendrá 442 plazas para personas usuarias y 131 voluntarias en julio y agosto, a las que se sumarán 125 plazas de club diario con 20 personas voluntarias en julio, y ocho plazas en colonias de verano forales con nueve monitoras.
Según han explicado sus responsables, el Programa de Vacaciones de Gorabide consiste en veinte viajes de entre 10 y 30 personas, dependiendo de la edad o necesidades de apoyo, que pasan dos semanas en albergues o residencias ubicados en lugares de veraneo. Los destinos se reparten entre Pontevedra, Asturias, Cantabria, Bizkaia, Gipuzkoa, Burgos, La Rioja, Navarra, Huesca y Tarragona.
Además de los viajes, Gorabide dispone un club diario en Uribitarte durante el mes de julio, en horario de 17.30 a 21.00 horas, en el que se desarrollan hasta 40 actividades como yoga, boxercicio, yincana fotográfica, salidas, cine, picnics, talleres de manualidades o de cocina o campeonatos de cartas, juegos de mesa, dardos o rana. "O simplemente se va a pasar la tarde en compañía", han precisado desde la asociación.
Por otro lado, cinco niños y tres niñas de la asociación participan "de manera inclusiva" en las colonias de verano que organizan las diputaciones forales. Cuentan con apoyo de monitoras de Gorabide y disfrutarán de "una semana de convivencia, excursiones y actividades lúdico-educativas" en los albergues de Zuhatza, Barria y Hondarribia, y en el caserío Sastarrain de Zestoa.
"TRIPLE RESULTADO"
Estos programas se desarrollan con la subvención de la Diputación Foral de Bizkaia que, en palabras de la directora del Servicio de Tiempo Libre de Gorabide, Maite Fernández, "es importantísimo en programas de este tipo, en los que movemos a más de 700 personas durante los meses de julio y agosto, con muchísimas actividades y servicios, tanto para las personas con discapacidad intelectual como para las personas voluntarias".
Asimismo, ha remarcado que "el resultado de este tipo de actividades es triple: las personas con discapacidad intelectual ven mejorada su socialización y su calidad de vida, las familias pueden descansar del cuidado, y las personas voluntarias viven una experiencia personal y formativa muy valorada por todas ellas".