Santurtzi - “En torno al ajedrez se han ido creando varios estereotipos falsos, como que a quienes nos gusta somos gente aburrida”, señalan Eneko Ostolozaga y Xabier Barbazán, dos de los más de diez miembros con los que cuenta actualmente Itsas Zaldunak Xake Taldea de Santurtzi. Ambos son la imagen de un club joven, que cuenta con una década de trayectoria y que, pese a no albergar a muchos jugadores, sus filas han logrado alcanzar la Liga Vasca de esta disciplina. “Para nosotros estar en Liga Vasca tiene mucho mérito porque al ser menos jugadores, los rivales nos tienen mucho más estudiados”, explica Eneko, de 23 años.

Su relación con el ajedrez comenzó a través de su padre. “Empecé a jugar con él porque, a raíz de sus viajes de trabajo, traía muchos tableros de ajedrez a casa. Un día le pregunté que qué era eso, me enseñó a jugar y hasta el día de hoy”, comenta entre risas. En el caso de Xabier, su influencia para adentrarse en el mundo del ajedrez fueron sus amigos. “Empecé hace 12 años porque la mayoría de mis amigos estaban apuntados a ajedrez y me animé. Me picó el gusanillo y he seguido hasta ahora”, reconoce. Poco a poco, fueron atreviéndose a disputar torneos y a empezar a jugar como federados. “Aprender a mover las piezas es fácil, lo difícil es saber cuál es el momento justo para hacer un determinado movimiento. Si no aciertas en el instante de hacer una jugada, puedes chafar el trabajo que has estado haciendo antes. Es difícil saber cuál es el momento crítico de la partida”, reconocen estos dos jóvenes. Los matices, la infinidad de variantes que existen en el juego, la imprevisibilidad de los contrincantes... les fue cautivando poco a poco y, a día de hoy, pasado más de una década desde aquel momento en el que empezaron a mover piezas, es eso lo que les atrae estrictamente del juego.

Pero, para ellos, el ajedrez ha sido una aportación muy importante en otras facetas. “Sí es cierto que jugar al ajedrez me ha ayudado bastante a aprender a mantener la concentración”, apunta Xabi, quien lleva cinco años en Itsas Zaldunak. Él llegó al club con la maquinaria de Itsas Zaldunak ya en marcha y, hace dos años, Eneko se sumó al proyecto de esta entidad que disputa sus partidas en Mamariga Kulturgunea. “Siempre he sido cercano a este club. Entre los fundadores había profesores míos, amigos... Me atrajo la filosofía del equipo, la de disfrutar, pasárselo bien por encima de todo”, reconoce este joven que ha estudiado Administración y Finanzas. Y es que ambos definen Itsas Zaldunak como “una cuadrilla”. “Hay muy buen rollo y eso también nos ayuda a tener buenos resultados”, indican.

Actividades Pero la actividad del club va más allá de las partidas de Liga como, por ejemplo, el Torneo de la Amistad que organizan en fiestas de Mamariga en septiembre. “Es mucho más que ajedrez porque ese día nos juntamos unas 50 personas y hacemos también una barbacoa. Cocinan el tesorero y su cuñado, que son unos cracks”, apunta Xabi. A lo largo de su trayectoria, también han disputado torneos internacionales como los que han tenido lugar en Grecia y Riga. “A mí el ajedrez me ha ayudado a conocer a mucha gente, lugares... Me encantan esos torneos en los que no tienes que jugar mucho y te da tiempo a hacer turismo”, reconoce Eneko.

Tanto él como Xabi, como todos en el club, trabajan para romper con los clichés que se han establecido en torno al ajedrez. “Estoy seguro de que si prueban a jugar, les gustará. Que se animen, vengan un día con nosotros y disfrutarán”, asegura Xabi. Sin duda, ese sería un nuevo jaque mate en el haber de Itsas Zaldunak, un club que lleva una década trabajando por el ajedrez en Santurtzi.