EN un campeonato, por fin se acercó al tapiz y ahí se puso a hacer un montón de cosas: un cacanajo de 2 ó 3 años, que sorprendía con acrobacias y equilibrios, e iba cantando y bailando al mismo tiempo. Elaboraba su música y su coreografía”. Así recuerda Judith Torralba, una de las entrenadoras de Eneko Lambea, los primeros pasos en la gimnasia rítmica de este hombrecito de 12 años que está maravillando con su talento.

Sí, la gimnasia rítmica es -o solía ser- un deporte eminentemente femenino-. ¿Y qué? Eso no frenó a Eneko, reciente campeón de España júnior absoluto, a probar en esta disciplina cuando vio que lo que hacía su hermana a él le gustaba y, es más, se le podía dar bien. “Su hermana hacía gimnasia y él iba a verla a los entrenamientos y a los campeonatos. Empezó a copiar las figuras de las niñas y era increíblemente hábil con todo, con su cuerpo, con sus manos...”, evoca Judith, técnica de Sakoneta Gimnasia Erritmiko Taldea, junto a Igone Arribas. Y así, un día, siendo un “cacanajo”, como dice su entrenadora, se lanzó a la pista. “Lo vimos en un campeonato y nos quedamos alucinados”, destaca Judith. Han pasado casi diez años de aquello y hoy, Eneko es campeón de España de su categoría. Y, bueno, en 2017 ya se proclamó campeón infantil.

En la última competición, celebrada en Guadalajara, Eneko accedió a lo más alto en la clasificación general gracias a los dos oros conseguidos con la cuerda y el aro y un cuarto puesto en su ejercicio con las mazas. Como reflejaba la crónica de esta hazaña realizada desde su club, “el pequeño pero grandísimo gimnasta de Sakoneta ha cimentado su triunfo en dos portentosas actuaciones con la cuerda y el aro, precisamente, las dos primeras del programa”. Y así es: pequeño pero grandísimo.

En la tercera prueba, Eneko rozó el podio. Apenas media hora después de su ejercicio con el aro, volvió a saltar al tapiz del multiusos de Guadalajara con poco tiempo de descanso, pero con la tranquilidad, al menos en la grada -porque él desconocía sus calificaciones-, de que solo un desastre le iba a privar del primer puesto de la general. Al final, una caída de las mazas en el último lanzamiento supuso la cuarta plaza, que no impidió al niño de Leioa coronarse a pesar de todo. La medalla de plata estatal júnior fue para el riojano de Calahorra Ricardo León y el bronce para el madrileño Carlos Torres. Porque sí, hay niños y chicos que pueden retorcer sus cuerpos, hacer virguerías con unas mazas o una cinta o sentir y moverse al ritmo de la música de una manera sumamente elástica. En la prueba estatal de Guadalajara, hasta 33 gimnastas masculinos demostraron su valía y certificaron que los gustos no entienden de género.

LAS CHICAS TRIUNFAN Tampoco conjuga en masculino o femenino el éxito en el club leioaztarra de gimnasia rítmica. Es común a chicas y chicos. Nombres como Saioa Agirre o Maddi Otaola están brillando en las tablas clasificatorias de los campeonatos. Ambas, por ejemplo, se impusieron en sus respectivas categorías en el Campeonato de Euskadi Individual, celebrado en mayo en el Polideportivo de Abetxuko de Gasteiz. Pero antes, en abril, Saioa Agirre, la deportista getxotarra que lleva rompiendo moldes desde pequeña, conquistó dos medallas en la Copa de la Reina. La prueba tuvo lugar en Valencia y allí firmó una actuación casi inmaculada en cinta y brillante en pelota. Maddi Otaola también participó y logró destacar entre los participantes al concluir en séptima posición en su papel con cuerda.