DICEN del patinaje, que es una disciplina que hay que intentar porque aún sabiendo que te vas a caer, cuando te sale bien, te llena. Algo parecido es lo que les ocurre a los integrantes del club Irristaketa Taldea Sopela, una entidad deportiva que es como una gran familia, donde padres y madres se implican para sacar adelante este deporte que llena de felicidad a sus hijos. Un auténtico equipo donde todo el mundo aporta su granito de arena para poder afrontar los numerosos retos que presenta una modalidad deportiva que no es tan reconocida como otros deportes de masas. Por segundo año consecutivo, despiden la temporada con una fiesta que demuestra su sentimiento hacia este deporte.

Necesidad de espacios En este sentido, todos y cada uno de los integrantes del club, así como sus familiares, se volcaron el pasado fin de semana en la celebración de la segunda edición del torneo Uribe Kosta, donde se dieron cita 106 patinadores. El campeonato se desarrolló en el polideportivo Iparralde de Urduliz, al no disponer de un espacio acorde en Sopela. Los patinadores brillaron en un espectáculo impulsado para fomentar este deporte de las cuatro ruedas, darle visibilidad, favorecer las relaciones con otros clubes y, sobre todo, organizar una jornada festiva para los propios integrantes de la agrupación. “Nuestra lucha es seguir buscando espacios para patinar”, señala el presidente de la entidad, Ernesto García. Así, entre los clubes invitados que tomaron parte estuvieron Roblanvera y Wimpi, de La Rioja, y los vascos Lau Txirrinka, Gurutzeta, Hasi Ba, Ibase Bilbao, EPA Ugao, Arrigorri, Irristaketa Leioa, Hiru Aldapa, Irrisbizi y Baratzalde.

Respecto a las calificaciones, al podium se subieron Oihana Fernández, Naroa Sagastizabal y Marina Urrutia, en la categoría de figuritas, así como Uxue Barbarin, Izaro Anzola y Noa Ibaceta. Por niveles, Izadi Delgado fue primera en Nivel D para txikis; Adriana Martín en Nivel C, segunda; Amara Farnier, segunda en Nivel B txikis; Maider Olea fue primera y Olatz Fernández, tercera, en Nivel B; June Beistegi, primera en Nivel A1; Denissa Felicia, segunda, en Nivel A; mientras que Jon Estefane, fue segundo en Infantil. Todos ellos recibieron un espectacular trofeo de madera personalizado con grabado láser.

TRAYECTORIA El club sopeloztarra cumplió el año pasado dos décadas de existencia, aunque con dos caminos bien diferenciados. La pasión por el patinaje de un grupo de niñas llevó a su fundación en 1997. Sin embargo, no fue hasta más de una década después cuando relanzó su andadura como club, y hace aproximadamente siete años pasó de ser un equipo de patinaje de velocidad en línea a uno de patinaje artístico. Tras crecer año tras año, hoy día han pasado de contar con 44 patinadores después de empezar la temporada a 60. Además, integran sus filas con tres chicos, de los que Jon Estefane es toda una promesa tras proclamarse campeón de Euskadi este año.

Así pues, el trabajo de cantera del club y la dedicación de sus patinadores permiten mirar con optimismo al futuro, que día a día pule a sus promesas. “Para la temporada que viene hemos conseguido más días y horas de entrenamientos, que era una reivindicación de las patinadoras”, concluye García.