POR la avenida de las celebraciones bajaban dando brincos las dos historias que se entremezclaron ayer, cuando la tarde se hacía noche. Un fin de curso con concierto y la inauguración de un local donde comer y beber bien son dos noticias que se festejan entre diletantes y amigos de la vida alegre, cómo no, pero también entre gente que trabaja duro y que busca sus momentos de desahogo, de desabrocharse los botones y quitarse los zapatos para, frescos y descalzos, relajarse. Haría bien en preguntárselo a mi buen amigo Roberto Alcíbar, capitán del mindfulness, pero imagino que lo verá con buenos ojos. Al fin y al cabo, algo hay de eso en sus enseñanzas: de darse un respiro.

La cronología me ordena que comience por hablar de lo sucedido en el Teatro Campos Elíseos, donde la Escuela Municipal de Música de Bilbao, Bilbao Musika, que dirige Ana Madariaga, organizó un concierto de fin de curso al son y el compás de Grease, uno de los musicales más célebres de la historia. El día grande les llegó ayer, tras ocho meses de intensa y dura formación, de entregadas enseñanzas. Así, en torno a 300 personas, entre alumnado y profesorado, prepararon un repertorio para mover el esqueleto. El teatro se despendoló como pocas veces lo ha hecho. Testigos de cuanto les cuento fueron Natalia de Miota, Anabel de Blas, Miren Bernaola, Ana Guzmán, Gaizka Salazar, Ane Etxebarria, Fernando La Torre, Carlos González, Patxi Laborda, Gema Sánchez y Jasone Akizu, entre otra mucha gente virtuosa en el toque. De un instrumento, me refiero.

Apenas una hora después, levantaba sus persianas un nuevo local de aire fresco y desenfadado, incluso en el nombre: El Informal. Ocupa el número 7 de la calle María Díaz de Haro, los 250 metros que antaño acogía al Lúpulo. Pueden dar de comer -raciones para compartir, todo en alegre compañía...- a cincuenta comensales a la vez y se anuncian copas trepidantes, servidas casi a ritmo de rock & roll. Han izado esa bandera unos valientes y su troupe: Alberto Vélez y Mónica Pujana (sobrina de Mari Asun Ibarrondo, uno de los nombres sagrados del Boroa...), con Capi Torres, como comandanta de la sala, acompañados ayer por Endika González, Jorge Peña, Inma Santurtún y Txaber Torres para la foto oficial del equipo.

A la cita con la diversión garantizada se sumaron, además de los citados, Álvaro Díaz de Lezana, Susana Rebollar (Uniformes Moyúa al aparato...), Yolanda Aberasturi, Alberto González, María Loizaga, Jorge Canivell, Gonzalo Olabarria, Itziar Corcuera, Fernando Pedrosa, en nombre de DEIA; Olatz Mendibelzua, Xabier Ortega, Jon Ander Olaizola, Mikel Hernández, Javier Martínez, Begoña Ortuzar, José Luis Pallarés, Elena Aretxabaleta, Izaskun Urkiola, Jon Iglesias, Mikel Alonso y todo un elenco de gente que se movió en un espacio ecléctico, donde lo mismo se recreaba un ambiente vegetal que metálico. Todo es distendido y jacarandoso, una pura invitación al disfrute.