Zeberio - Zeberio es la localidad de origen de la familia paterna de Amaia Estiballes Garai. Ella nació y vivió en la gran urbe de Bilbao, “pero desde los 13 años me crié en el caserío de mi tía”. Hace 26 compró su propio baserri para asentarse definitivamente en un bello enclave rural donde el paso del tiempo parece haberse detenido “y que siempre he sentido como mi pueblo”. Y en ese entorno, de costumbres arraigadas y algo reticente a la introducción de cambios, desarrolló desde muy joven su militancia en favor de causas sociales, especialmente el feminismo. De hecho, durante ocho años trabajó como profesora de un programa de cualificación profesional inicial para el que la contrataron “por ser mujer y con el cometido de dirigir talleres de corresponsabilidad y cambio de roles en los que se ofrecía formación básica en fontanería, electricidad, bricolaje o albañilería y también de cocina o labores del hogar”.
Durante ese tiempo, impartió cursillos en numerosas localidades de Gipuzkoa, Araba y Bizkaia, pero la crisis y los recortes económicos de las administraciones públicas afectaron duramente a la empresa para la que trabajaba. “Tuvo que reducir personal y fui una de las perjudicadas. Con 50 años me quedé en paro y empecé a apuntarme a cursos de formación que ofertaba Lanbide”.
Uno de ellos se ajustaba especialmente a su perfil y sus inquietudes. “Era de Promotora de Igualdad y me apunté. Había 15 plazas disponibles y más de sesenta personas inscritas, pero pasé el proceso de selección. Tras un año de curso obtuve un Certificado de Profesionalidad nivel 3”.
Fue un punto de inflexión muy positivo para Amaia Estiballes, ya que tuvo la suerte y la oportunidad de realizar las prácticas en el Ayuntamiento de Zeberio con el cometido de “llevar a cabo un diagnóstico sobre igualdad de la localidad”. Finalizado ese periodo, dio clases de pintura para desempleados a través de Sartu y en esa nueva etapa de cierta inseguridad laboral “recibí una oferta del Consistorio de Zeberio para que ocupara el puesto de Promotora Técnica del servicio de Igualdad y el encargo de poner en marcha el primer Plan de Igualdad”.
Cambios lentos En agosto hará dos años que Amaia dijo “sí” a una propuesta que le permito incorporar conceptos de igualdad de género en su municipio. Una labor “bonita y que cumplo con muchas ganas”, pero no exenta de dificultades. “A la sociedad le cuesta aceptar los cambios. Lo más sano es reconocer nuestros defectos y deficiencias y a partir de ahí se puede empezar a avanzar”, explica convencida.
Y en este corto periodo de tiempo, Estiballes ha logrado dar pasos muy importantes para un municipio como Zeberio. Cada vez son más las charlas, cursillos o propuestas impulsadas “para visibilizar y recordar el papel de la mujer” y se han organizado programas específicos para conmemorar el 25 de Noviembre, el 8 de Marzo o el Día de la Mujer Rural. “También se han creado vínculos entre el Ayuntamiento y otras instituciones como Emakunde, Beldur Barik, el Observatorio de la Violencia de Género o la red Berdin Sarea de Eudel, a la que nos vamos a sumar”, enumera con satisfacción.
Pero, además, apuesta por ideas innovadoras para un ámbito rural. Zeberio fue la primera localidad en recibir la exposición Rock & Roses y el sábado será el municipio anfitrión de la prueba primera prueba ciclista para mujeres Emakumeen Klasikoa. “Eran ideas peregrinas que al final están saliendo adelante y me animan a seguir”, dice.