“La radiación del wifi o de la red FM en Bilbao es mayor que la de la telefonía”
Una empresa mungiarra realiza mediciones del campo electromagnético de la ciudad en un vehículo municipal de Bilbao
Bilbao - Una de las contradicciones más extendidas de la sociedad contemporánea es la alarma social por las antenas de telefonía móvil frente a la aceptación hacia las redes wifi. Los expertos alegan, sin embargo, que una exposición elevada a estas ondas puede ser igual de perjudicial. Así lo aseguran desde Imatek, una empresa mungiarra especializada en la medición de campos electromagnéticos. Apoyados en su amplia experiencia en el sector defienden que “la radiación del wifi o de la red FM es mayor que la de las antenas”. Su afirmación se centra además en el caso de Bilbao, donde su tecnología ha sido incorporada en uno de los vehículos del Ayuntamiento, que lleva a cabo el análisis de la radiación electromagnética a tiempo real.
“Según las mediciones, la radiación actual está entre 1 y 2 voltios, cuando la legislación dice que no puede superar los 41 voltios”, expone Eneko Zubia, físico de Imatek, que recientemente ha ganado un premio en el Quality Innovation Award de Euskadi por su dispositivo de medida IOT (Internet of Things) de campos electromagnéticos por barrido. “A todos nos impone ver una antena, pero el móvil que llevamos entre las manos emite una comunicación cien veces mayor que la radiación de una antena a diez metros”, insiste con el propósito de tranquilizar a la población al respecto. Y aclara que aunque en principio la radiación de la telefonía sea inocua, “porque no interactúa de manera celular como las radiaciones nucleares”, estar expuesto a niveles muy altos también puede producir dolores de cabeza e insomnio.
Con los sensores instalados en el vehículo del Ayuntamiento de Bilbao, que recorre cada recoveco de la ciudad, se observa la evolución de las emisiones en el espacio electromagnético. “Responde a una preocupación ciudadana”, asegura Alfonso Gil, concejal de Movilidad y Sostenibilidad, quien explica que este sistema permite “tomar medidas geolocalizadas en espacio y tiempo real”. De esa forma, el Consistorio bilbaino, uno de los pocos municipios en el que sus técnicos están capacitados para interpretar los datos del ruido, puede “componer un mapa que dé fiel reflejo de lo que está pasando en la villa”.
Además del vehículo itinerante, Bilbao cuenta con ocho estaciones fijas en los puntos calientes de la ciudad. En algunos casos, además, se han hecho análisis concretos, como en Solokoetxe, donde sus vecinos se movilizaron para solicitar la retirada de unas antenas de telefonía instaladas en el ascensor del barrio. “Contrataron a una persona para realizar las mediciones y llegó a la conclusión de que no hay ningún problema”, expone Mikel González, jefe de subárea de Sostenibilidad, quien expone que, a menudo, el conocimiento de la población respecto a este problema es “muy básico” por lo que la información disponible en la web municipal es de gran ayuda. “La percepción social es mucho más fuerte que la realidad objetiva”, añade. Eneko Zubia comparte esta opinión. De hecho, indica que “muchas personas que no son expertas compran equipos de 300 euros con los que crean alarma social porque miden todo el campo electromagnético, incluyendo la radiación de la televisión, que no tiene nada que ver”.
Ciudad laboratorio El trabajo del Consistorio con Imatek comenzó con la medición del ruido. “Tienen una red de 50 sonómetros fijos de los cuales 40 han sido puestos por nosotros”, revela Eneko Zubia, quien explica que, a su vez, han integrado el sistema que emplean en el resto de aparatos. “A nivel estatal Bilbao es la única ciudad que realiza su propio mapa del ruido”, asevera Mikel González. Paralelamente, hace año y medio que integraron los sensores al coche del Ayuntamiento, si bien circula por las calles de la villa desde 2007. En este sentido, Zubia asegura que el Consistorio bilbaino “es bastante proactivo en tratar de ser una ciudad laboratorio”.
¿Pero cómo funcionan los sensores? Itziar Santxez, directora de Imatek, indica que su tecnología IOT está basada en sensores que miden valores y automáticamente los suben a una nube. “Una vez que quedan registrados, a partir de los procesos de Big Data, se pueden tener en el teléfono”, afirma Mikel González. Los equipos IOT inteligentes, además, permiten tomar acción con esos valores. “Tenemos estaciones metereológicas, de la calidad del agua y de la calidad del aire. Diseñamos equipos inteligentes de gran precisión que ayudan a proteger al ciudadano”, explica Santxez, quien añade que desarrollan soluciones para temas que generan sensibilidad social, principalmente relacionados con el medio ambiente; desde el ruido hasta la contaminación atmosférica.
Con su sistema para medir el campo electromagnético, además de alcanzar el primer puesto a nivel de Euskadi en el Quality Innovation Award, han sido finalistas a nivel europeo. “Nos han puesto en el punto de mira”, afirma Eneko Zubia. Sin embargo, lejos de conformarse con ello, continúan trabajando para mejorar sus servicios. Además de haber diseñado un sistema para monitorizar los datos con realidad virtual, han desarrollado un sistema para medir el nivel del río. “Estamos avanzando en un proyecto para incluir las previsiones meteorológicas y poder hacer alertas más eficaces”, explica Santxez sobre este servicio novedoso que serviría para prevenir inundaciones. “Es el camino hacia el Smart Cities, que ponen muchísimos sensores IOT de cualquier tipo”, afirma Zubia sobre el futuro de estos servicios avanzados.