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Un lemoarra que sueña con ser Míster España

Jon Vaquerizo representará a Bizkaia en un certamen cuya final se celebrará el próximo 5 de mayo en Tenerife

Un lemoarra que sueña con ser Míster EspañaBorja Guerrero

moreno, de ojos marrones, con una altura de 1,82 centímetros y 79 kilos. Así es el lemoarra Jon Vaquerizo, de 26 años, que participará en el certamen de Míster Internacional España 2018, compitiendo por Bizkaia. A punto de cumplir su sueño, el joven, más conocido como Bake, es un apasionado de la NBA, disfruta con la práctica del fútbol después de tres años alejado de los terrenos de juego y con exigentes sesiones de gimnasio en compañía de sus amigos. Ahora, afronta el reto de representar a Bizkaia del 29 de abril al 5 de mayo en Tenerife para optar a ser el hombre más atractivo del Estado cargado de ilusión y como una gran oportunidad.

“Recuerdo que de pequeño veía el certamen de Míster España con la idea de que me encantaría poder participar alguna vez y lo he conseguido. Uno de mis sueños es llegar a ser modelo y quiero aprovechar esta oportunidad para que se me abran puertas”, explica optimista el modelo.

Los primeros pasos para cumplir su meta los dio con 17 años participando en un casting que buscaba modelos en Bilbao. No fue hasta los 23 años cuando comenzó a tomarse más en serio el mundo de la pasarela participando con asiduidad en diferentes concursos y pruebas. En este sentido, el apoyo familiar ha sido incondicional, “pero siempre me han insistido que tenga los pies en la tierra y es lo que hago”, asegura con humildad.

La competencia entre los candidatos es algo que siempre está latente en los concursos. Preguntado por sus rivales, 52 chicos que aspiran a ganar la corona del concurso de belleza, Bake reconoce que “siempre miras un poco al resto de participantes y me ha llamado la atención que hay algunos cuerpos que parecen más que van a un concurso de culturismo”.

En la actualidad, Míster Bizkaia 2018 dedica tres días a la semana a los entrenamientos de fútbol en el Lemoako Harrobi y cuatro a las sesiones de gimnasio. Para llegar en las condiciones más optimas posibles al certamen, el joven cuenta con un entrenador personal con el que espera “coger un pelín de volumen y definir un poco más el pecho y la tableta”.

En lo que al certamen se refiere, serán veinte los modelos que lleguen a la final del 5 de mayo. Así, el jurado se encargará de elegir 15 de los finalistas y el resto serán los mejores de cinco categorías establecidas por la organización: mejor cuerpo en bañador, ganador de un triatlón en la playa, mejor en la pasarela, el mejor traje regional y el que mejor se promocione en la página personal de Facebook que cada aspirante tiene para el certamen. “La mía es MRI Bizkaia 2018 Jon Vaquerizo. A ver si la gente me echa un cable”, anima el candidato a la corona.

Estudios Finalizado un ciclo superior de Robótica en Maristak, el aspirante a Míster España compagina sus entrenamientos trabajando de camarero en un bar de la villa durangarra. Abierto al amor y sin pareja, asegura que poniendo copas se liga. “Tengo mucha paciencia detrás de la barra y a la noche, a menudo, suele hacer falta”.

En cuanto a las dietas se refiere, reconoce que “llevo años cuidándome pero sin volverme loco” y añade que “nunca ha hecho una dieta basada en arroz y pollo porque quemo muchas calorías y de forma saludable también como mucho”. En el tema de alimentación también tiene claro que “evitaré bollería y picar entre horas porque los ratos en el bar son peligrosos”.

Como expectativa de futuro, a Bake le gustaría dedicarse al mundo de la moda y es consciente de que para ello debería de buscar oportunidades en ciudades más grandes como Barcelona y Madrid. “Me encantaría vivir de esto pero tampoco me he dedicado a buscar oportunidades. Tras el certamen no descarto marcharme porque aquí hay menos opciones para trabajar”.

Reconociendo ser “muy competitivo” y que no le gusta “perder a nada”, Bake se ha marcado el objetivo de “si no puedo ganar” entrar al menos en el Top 10. Y es que el joven lemoarra es consciente de que el certamen puede convertirse en una gran oportunidad cara a poder labrarse un futuro en el mundo de la moda. “La verdad que desfilando me siento a gusto y lo que quiero es vivir la experiencia y aprender”, zanja ilusionado.