GERNIKA - Varias localidades de Busturialdea, que están renovando su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), se están encontrando o se van a encontrar el problema que ya ha llegado a Forua. La Agencia Vasca del Agua, URA, no dará su visto bueno, que es vinculante, a los futuros planeamientos urbanísticos que conlleven necesariamente nuevas demandas de recursos hídricos, en tanto en cuanto no se garantice el abastecimiento de agua potable. La razón que esgrimen desde la ente público, dependiente del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco, es que esta comarca no tiene suficientes recursos, y no ha aprobado aún el Plan de Acción Territorial de Abastecimiento (PAT) de Urdaibai, que debe dar las claves y pautas para solucionar este déficit de suministro de agua.

Es de sobra conocido que Urdaibai debe buscar nuevos recursos para su abastecimiento. De hecho, el Consorcio de Aguas de Busturialdea, con ayuda de la Diputación y URA, lleva buscando soluciones desde hace cuatro años, cuando arrancó un estudio para determinar las posibles soluciones. Sin haber sido aprobado definitivamente -su aprobación inicial se certificó en junio de 2017-, son los Ayuntamientos los que podrían pagar los platos rotos. Y son varios los municipios que pueden padecer este problema, por estar revisando sus planeamientos. Se trata de Muxika, Gernika-Lumo, Ibarrangelu, Sukarrieta, Busturia, Gautegiz-Arteaga o Forua, que van a ver cómo sus planes urbanísticos generales pueden quedar aplazados sine die. O, lo que es peor, puede dejarlos en suspenso hasta que se garantice la disponibilidad de recursos hídricos suficientes que satisfagan las demandas y respeten el caudal ecológico de los ríos en épocas de verano en la que suele dispararse el consumo.

Agravamiento URA ha determinado que los desarrollos urbanísticos futuros pueden conllevar “un agravamiento del problema existente al no estar garantizada la suficiencia y disponibilidad en relación con la satisfacción de las demandas de agua”. En el caso de Forua, por ejemplo, el PGOU incluye la posibilidad de construir 70 nuevas viviendas y un área destinada a actividades económicas. Pero, por otro lado, los Consistorios afectados verán cómo sus planeamientos urbanísticos, que son instrumentos claves para su ordenamiento urbanos a 20 años vista, quedan paralizados aún y cuando han invertido un largo tiempo en su tramitación y han hecho frente a desembolsos que pueden alcanzar los 200.000 euros de coste en total.

Las medidas establecidas por el PAT de abastecimiento aprobado inicialmente tienen un alto coste y un largo plazo de materialización. En conjunto, habrá que invertir 55 millones de euros para unas actuaciones que podrían tardar largos años en llegar a ser realidad.

De hecho, en el documento aprobado inicialmente se plantean dos soluciones que necesitarán de fuertes desembolsos económicos. La primera consiste en construir las conexiones necesarias para aprovechar los recursos del acuífero de Ibarruri y establecer una conexión entre los sistemas de las dos grandes poblaciones de la comarca, Gernika-Lumo y Bermeo, incorporando los recursos del Oiz.

Esta opción no aseguraría por completo que los 45.000 vecinos de Busturialdea puedan disponer de agua en su grifo a largo plazo, por ejemplo en épocas estivales, sino que sería un parche temporal.

La segunda medida pasa por conectar la red primaria comarcal a la proveniente del Consorcio de Aguas de Bilbao Bizkaia (CABB) por Sollube. Esta última sería la única opción para garantizar por completo el abastecimiento de la comarca.

La primera duda que se plantea es la relativa a la capacidad del Consorcio de Aguas de Busturialdea de acometer tales inversiones, teniendo en cuenta que todo el plan de saneamiento está debiendo ser sufragado por otras administraciones, pero parece claro que, sin una solución al abastecimiento, los municipios de Busturialdea no podrán revisar sus planes generales, ni se podrán llevar a cabo nuevos desarrollos en ningún municipio de la comarca, un problema de relevancia.