La variante de Ermua se estrena hoy con la apertura de los túneles de Uretamendi
La previsión es que el proyecto esté culminado para finales de este verano con la conexión del vial con Eibar
Ermua- Tras años de espera, los primeros vehículos atraviesan desde esta mañana los túneles de Uretamendi poniendo punto y final así a la primera fase de la variante de Ermua. Satisfecho por ello se mostró ayer el diputado general, Unai Rementeria, quien aseguró que “comenzamos a acelerar ahora la segunda fase del proyecto que traerá la conexión con la variante de Eibar y nuestra previsión es que esté terminada para finales de verano”.
Con la apertura de los casi 600 metros de túnel bitubo que atraviesa Uretamendi, se han puesto en servicio también hoy las nuevas cabinas de peajes que recibirán a miles de conductores a través del nuevo acceso directo de la AP-8 y la N-634. En este sentido, para facilitar la transición entre el nuevo peaje y el existente en San Lorenzo, se ha previsto hacer convivir a ambos hasta el domingo. “Damos un tiempo a que la gente se familiarice con el nuevo peaje porque el de San Lorenzo será derribado para continuar con las labores de la segunda fase del proyecto y la unión con la variante de Eibar”, explicaron los ingenieros encargados de la obra.
El túnel forma parte del vial que consta de un trazado de algo más de cuatro kilómetros y que posibilitará descongestionar el centro de Ermua sacando 9.000 vehículos diarios del casco urbano, lo que supondrá mucha más seguridad para los vecinos y mucha menos contaminación. “La variante es una puerta que permitirá mejorar en oportunidades de crecimiento económico”, explicó Carlos Totorika, alcalde de Ermua, quien añadió que “llevábamos mucho años soñando con esto”.
En lo que a los túneles de Uretamendi se refiere, cuentan con diferentes equipaciones de detección, protección y comunicación perfectamente coordinadas. Así, se han instalado ventiladores, cámaras fijas, sensores de CO2, paneles de señalización y proyectores de led, entre otros mecanismos de seguridad.
La variante de Ermua discurre por los términos municipales de Ermua y Zaldibar a lo largo de cuatro kilómetros y 75 metros de recorrido, incluyendo el nuevo enlace con la Autopista AP-8. Esta infraestructura, una alternativa a la congestión recurrente de tráfico que sufren las carreteras N-634 y BI-3302 a su paso por Ermua, ha tenido una gran complejidad técnica por las características geográficas del espacio en el que se ubica.
La variante cruza hacia el sureste el monte Ureta a través de un túnel y discurre a cielo abierto por la vaguada del arroyo Beko, en Zaldibar, en paralelo a la autopista AP-8 hasta conectar con la rotonda de San Lorenzo, que forma parte de la variante de Eibar.
En lo que a las mayores complicaciones técnicas se refiere, para salvar el monte Ureta, ha sido necesaria la construcción de un túnel con dos tubos, uno para cada sentido, con una longitud de 589 metros cada uno. Una excavación total en mina de 1.178 metros. La compleja obra incluye la ejecución de un túnel y once estructuras principales. Destacan de entre todas tres viaductos para el enlace con la AP-8, que suman 336 metros; un paso inferior del ferrocarril en la rotonda de Uretamendi Sur, con una longitud de 86 metros; y los viaductos de Eitzaga y Oterre, que suman 343 metros.
Con la apertura hoy de los túneles de Uretamendi da inicio la segunda fase que traerá la conexión para finales de verano con la variante de Eibar. Rementeria destacó el esfuerzo realizado por la Diputación Foral de Bizkaia para priorizar proyectos como el de la variante de Ermua o la Gerediaga-Elorrio, a pesar de la dureza de la crisis. “Misión cumplida; dicho y hecho. Hemos invertido casi 300 millones en ambas obras: 212 en la Gerediaga y 74 en esta variante. Esta inversión mejora la calidad de vida y la conectividad de todas las personas que viven y trabajan Durangaldea”, apuntó satisfecho el diputado general.
Próximos retos Optimista con que la tendencia de crecimiento económico se mantenga, Rementeria adelantó que podrán estudiarse a fondo algunos retos pendientes en el área de infraestructuras. En este capítulo citó “grandes obras en Bizkaia” como “un plan para ganar fluidez y seguridad basado en una nueva conexión sobre la ría y la conexión de la Supersur con la AP-68. Y un nuevo impulso al metro. Con la conexión entre el metro y el aeropuerto. Y el metro y Galdakao y el hospital de Usansolo”, finalizó Rementeria.