Getxo - Juego, set y partido para la consultora informática 4set, de Las Arenas. No fue una bola de tenis, sino cinco y extraídas de bombos, las que permitieron a los empleados de esta empresa alzar la copa, la de champán. Alzarla una y otra vez. Las bolas formaron el 51244, el número que albergaba el segundo premio del sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad, una combinación que llevaba consigo 125.000 euros por décimo. Los cien empleados de 4set, que tiene oficinas en Euskadi y también fuera -en Getxo son unos ochenta-, poseían ese boleto. Por eso, si usted llamó ayer para que le solucionaran algún contratiempo con su ordenador... perdóneles: estaban celebrando que les había tocado la lotería.
Ellos, junto a los responsables de la administración del centro comercial Artea, Jon Urkiola y Amaia Galán, que fueron los padres del premio, acapararon ayer las alegrías en Bizkaia, que se quedó sin gordo, pero con mucha salud. Eso sí, la incombustible Azcarreta pudo otorgar 1,4 millones por un quinto premio y por el número posterior al segundo, a ese 51244, que en Getxo pasará a convertirse en un comando informático. Basauri, Sestao y algunos décimos del primer premio esparcidos por el territorio y exportados desde Lugo -donde cayó El Gordo- fueron los otros pellizcos de felicidad de la jornada. Pero nada que ver con los 25 millones de euros -20 series- que recibió en total la empresa getxotarra situada en el centro de conocimiento Bake Eder de la Fundación BiscayTIK. Como no podía ser de otra manera, 4set apostó por el 4 en su partida de Navidad. Es algo que siempre hace desde su nacimiento en 2012. Y cuántos más cuatros tenga el décimo, mejor. Y bueno, después, entran en juego la lotera de Artea, Amaia, y la socia de la empresa Marije Arce, que se conocen desde siempre, desde que veraneaban de pequeñas en Bakio. Esa es la conexión de la fortuna. Por eso, la Lotería de Navidad de 4set es del centro comercial y por eso, cuando ayer, pasada la una de la tarde, ambas amigas se vieron después del notición, las lágrimas asaltaron el rostro de Marije. “Que una amiga de toda la vida te venda el número con el que te toca en la lotería... ¡Estoy muy emocionada!”, admitía. Y también Amaia ha arañado algo, porque la lotería que compartía con Marije y más amigas era de ese mágico 51244. “¡Ya han planificado un viaje!”, aseguraba Amaia.
La mayoría de la plantilla de la consultora de Las Arenas, sin embargo, aún no tenía muy claro la forma que iban a adoptar sus sueños. “No he pensado aún qué hacer con el dinero, pero todos tenemos agujerillos que tapar y si no, algún capricho que darnos”, comentaba Itziar Martínez, que tiene un décimo con su cuñado. “Por cada euro, nos tocan 6.250. Los que hemos compartido y hemos dado 5 euros, que parece que no son nada, son ahora 31.000 y pico”, afirmó. Todos y cada uno de los empleados de 4set cumplieron con la norma de comprar la Lotería de Navidad de la empresa. Así que por suerte, no había nadie ayer lamentándose y deseando dar marcha atrás en el tiempo. Al contrario, todos estaban eufóricos, con las sonrisas en sus caras y la juerga invadiendo sus cuerpos. Los más animados hasta cantaron el número, su querido 51244, como los mismos niños de San Ildefonso...
También fuera de Getxo “La sede principal está aquí, en Getxo, y luego tenemos sucursales en Gasteiz, Iruñea, Logroño y Madrid. Los compañeros de Recursos Humanos gestionan las loterías y este número ha ido a todas las sedes”, explicó Itziar. De esta manera, cada miembro cuenta, por lo menos, con un décimo. Y los hay más afortunados, como Ana Ríos y sus 375.000 euros de inmenso júbilo divididos entre sus seres queridos. “Tengo tres décimos compartidos con la familia. Lo que haremos será vivir más tranquilos, porque trabajar, vamos a seguir trabajando”, desvelaba. Esa misma cifra protegía en sus manos César Martín, que no es asiduo a depositar sus ilusiones en los juegos de azar, solamente en la lotería navideña. “Tienes que andar mirando todo el rato dónde tienes los décimos. Porque piensas: ¿Dónde los he puesto? Es una rallada”, afirmó, entre risas. Y es que a César se le nota que es un hombre con buen humor. “Ayer -por el jueves- tuvimos las copas de Navidad de la empresa y estábamos esta mañana con un poco de dolor de cabeza, pero bueno, esto nos ha despejado de golpe”, reconoció. Quizás por andar de manera habitual con un tono de broma, su familia no le creía cuando anunció en el grupo de WhatsApp que le había tocado la lotería. “Aita, no vaciles”, fue una de las respuestas. Pero no, no era coña...
“Sí, es verdad que toca. ¡No perdáis la esperanza!”, proclamaba feliz Juanan Loroño en la sede principal de 4set, que ayer se convirtió en una fiesta. “Yo creo que te pasa a ti sola y no es lo mismo: ver a tus compañeros emocionados, gritar y correr por los pasillos... Es increíble”, confesaba Marije. “Es una alegría que toque a nivel de empresa, que es súper duro tirar hacia adelante y en esta hay familias con situaciones relativamente malas”, destacó esta socia de 4set, una entidad que nació en 2012, “en plena crisis” y que “ha llegado hasta aquí, pero pasando muchas noches sin dormir”. Seguramente, los empleados tampoco pudieron pegar ojo anoche, pero esta vez, por unos motivos bien diferentes.