SON jóvenes que quieren aportar su granito de arena a Bizkaia; jóvenes que demuestran con su labor diaria que con un espíritu creativo o innovador se pueden crear proyectos emprendedores por y para los jóvenes vizcainos. Es tal su labor que la Diputación Foral de Bizkaia ha destinado 100.000 euros para subvencionar ocho proyectos de innovación social creados por ocho entidades sin ánimo de lucro.
La directora del Observatorio de Bizkaia de la Diputación Foral, Maitane Leizaola, fue la encargada ayer de presentar a los protagonistas de los ocho proyectos. Todos están realizados por y para personas jóvenes del territorio vizcaino de entre 15 y 29 años. “Tengo mucha ilusión porque he visto que creéis en vuestros proyectos”, les dijo ayer Leizaola a los ocho miembros que acudieron en representación de cada organización.
Karla fue una de ellas. En nombre de Welcome Innovation presentó el nuevo proyecto que tienen entre manos, Googaz. El objetivo principal es motivar a este colectivo a emprender para que sean las propias personas jóvenes las que se involucran en las actividades de sus municipios llegando a ser agentes de cambio local. “Desarrollamos eventos en siete municipios vizcainos, donde se trabajan diferentes temas para que la gente joven de los pueblos y su talento puedan identificar los problemas o los retos que tienen sus localidad”, explicó. Y es que, ella y su grupo no podían seguir viendo el conformismo de la sociedad joven. Por ello quieren ser el espejo real de que este colectivo es capaz de hacer proyectos para Bizkaia: “Queremos demostrar que si nosotros somos capaces de sacar adelante un proyecto, ellos también lo pueden ser”.
Otro de los proyectos subvencionados por la institución foral ha sido Relaciona T, creado por la Asociación Inteligencia Social, Prevención y Gestión de Conflictos. Esta iniciativa está enfocada para personas de entre 20 y 29 años, con o sin discapacidad intelectual, para profundizar en situaciones que les resulten complicadas de manejar en su entorno laboral. “Queremos ser un espacio donde los participantes puedan volcar sus miedos o sus ansiedades. Eso hará que aumente su autoconocimiento, el bienestar en sus relaciones laborales con el objetivo de conseguir una mejor inserción sociolaboral”, explicó Lorena, quien forma parte de Relaciona T.
Euskera El proyecto en el que forma parte Sonia no se quedó atrás. Con Topagune quieren hacer que el euskera esté en el día a día del colectivo juvenil. “Queremos que los jóvenes vizcainos de entre 12 y 29 años fomenten el euskera durante su tiempo libre”, explicó. Para ello, organizarán talleres lúdicos desde la plataforma asteburuetan.com para que los jóvenes disfruten de las diversas actividades.
Steam Lab, proyecto de la organización Kiribil Sarea, quiere inculcar a este colectivo el enfoque steam para luchar en contra del desempleo juvenil. Así lo explicó Antxon: “Intentaremos dotarles de material para que participen en las actividades, obtengan capacidades y habilidades que en un futuro les ayude a la empleabilidad”, explicó. Y es que, el enfoque steam consiste en trabajar con la ciencia, tecnología, el arte, las matemáticas o la ingeniería.
El arte también tuvo su hueco. La Fundación Solidarters, con su proyecto Barreras Invisibles, busca fomentar la participación en entornos de riesgo de exclusión social formando a los jóvenes en distintas disciplinas artísticas. “Por eso hablamos de barreras invisibles, porque a priori son necesidades que no son detectables”, dijo Saioa, de la Fundación Solidarters, para explicar que es un proyecto de innovación cultural “importante” porque “sabemos que la cultura contribuye a romper la brecha social”.
Igualdad Ainhoa Intxausti fue a presentar el proyecto Diversidad en igualdad, de parte de la organización Matiz. En sus palabras, consiste en dar una continuidad a la aplicación equAPPeal. Desarrollarán una nueva sección donde los jóvenes a partir de unos test analizarán la realidad social desde una perspectiva de género. “También podrán hacer un análisis sobre las conductas que tienen en las relaciones de pareja”, afirmó.
Naiara fue en nombre de la fundación EDE para presentar su proyecto inclusi-ON. Su objetivo es el intercambio de buenas prácticas a través de circuitos que engloban el intercambio de educación. “Es importante utilizar el tiempo libre educativo como herramienta de inclusión para personas inmigrantes o refugiadas”, expresó. Por su parte, el proyecto del que forma parte Sergio, Gizateka (Viviendas para la creación Stay and Job) es un centro en el que viven 15 jóvenes, en una antigua residencia de mayores de Berango, para emanciparse en un proyecto comunitario. “Una de las claves es que los jóvenes vienen con un proyecto para desarrollarlo en el centro”, concluyó.