LA peluquería Ilitia toma su nombre de la diosa griega de la fecundidad. Como fructífera ha sido su trayectoria de 17 años en Balmaseda, coronada por la concesión ayer de la exclusiva certificación The Qhair. Únicamente el 5% de los establecimientos de este tipo en el Estado puede presumir de este sello de calidad que la fundadora del salón, Charo García, recibió de manos del alcalde, Álvaro Parro. “Que nos reconozcan el esfuerzo supone un plus para mis compañeras y para mí”, agradeció, además de un impulso indudable al comercio de la villa.

Clientes y a la vez amigos se unieron a la celebración en un acto que reprodujo la estética barroca y vintage que caracteriza al salón de la calle Pío Bermejillo. Desde las ocho de la mañana Charo se afanó en vestir, peinar y maquillar a las tres modelos que salieron a una escena decorada con fotografías de trabajos suyos. Entre ellas, numerosas novias que han confiado en su experiencia en uno de los días más importantes de sus vidas. Nacida en Laudio y con “años de formación continua” a sus espaldas “en Italia, Londres, Madrid, Barcelona, Valencia, Elche o Bilbao”, entre otros lugares, la casualidad” condujo su vida profesional hacia Balmaseda, donde puso en marcha su primera peluquería a los 22 años. Tras una etapa en la plaza de San Juan, se estableció en su actual ubicación, también en el casco histórico. Desde allí se mantiene al tanto de las novedades en el mercado, “las últimas marcas y tendencias para ofrecer el mejor servicio” en peluquería y maquillaje.

Hace poco más de un año, mientras atravesaba una época de transformaciones personales, se embarcó en un profundo cambio de look para el salón para extrapolarlo también al ámbito laboral. “Los que me conocen saben que no puedo parar quieta, pero esa vez iba a ser significativa”, recordaba ayer. El resultado de seis meses de preparativos y una semana de obras dejó sin palabras a sus incondicionales: una decoración barroca en tonos blancos y negros.

Era solo el principio de los retos que se marcó para el año que está a punto de finalizar con la consecución del certificado The Qhair “con mucho trabajo e implicación”. “Lo hemos logrado y hablo en plural, porque si mis clientes son especiales, mi equipo no se queda atrás. Estoy muy orgullosa de ellas”, valoró. Charo, Estefanía, Melissa, Eider y Lis se han apoyado mutuamente a lo largo del proceso en el que han debido superar varias pruebas hasta lucir la placa que convierte el centro en referente contrastado de calidad.

Obligación de Renovar Así, la peluquería Ilitia ha aprobado con nota la auditoría de un inspector y un informe que acredita la excelencia del local, la formación de las peluqueras, el trato a los clientes o la viabilidad empresarial. Herramientas, higiene, amabilidad, puntualidad en la hora cuando se acude con cita previa, precio ajustado al servicio, un resultado que cumpla las expectativas, ambiente -si se ameniza el tratamiento con música o revistas- y honestidad -reparar las equivocaciones o no intentar vender productos no deseados-, inversiones en mantenimiento, tecnología o personal son algunas de las variables que ha estudiado un comité de evaluación. La certificación deberá renovarse de acuerdo a unos criterios en constante evolución, de manera que las peluquerías deberán adaptarse a los requerimientos del mercado.

En Balmaseda se ponen en manos de Charo y sus compañeras con frecuencia, mujeres en un porcentaje mayor. Son “coquetas” y más en las celebraciones y eventos que llenan el calendario local. “Hay personajes de la Pasión Viviente que vienen a peinarse para la representación y en el mercado medieval, cuando es habitual que los vecinos se vistan con ropa de época, también tenemos mucho movimiento”, indicó. Situaciones en las que debe amoldarse a unos patrones concretos, pese a que a Charo le encanta experimentar con los movimientos de vanguardia “para salir de la rutina y echar a volar la imaginación”.