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Resultó que el lápiz era una mina

Resultó que el lápiz era una minaFoto: Oskar Martínez

LO dijo Gonzalo Prieto: “Empezamos vendiendo lápices y mira dónde estamos”. Y tiene razón. Ahora es el momento de Goya Virtual. Han pasado 75 años. Lo celebraron ayer en el Hotel Carlton con medio Bilbao llenando la sala de la cúpula.

En tres cuartos de siglo, lo que empezó siendo la Papelería Librería Goya ha pasado a contar con media docena de áreas de negocio, varios puntos de venta, almacenes y, lo más importante, medio centenar de empleados y miles de clientes. “Estamos en plena revolución para adaptar Goya a los nuevos tiempos’, aseguró Gonzalo Prieto, miembro de la segunda generación del popular negocio familiar. O, para ser precisos, de la tercera generación.

Porque, en realidad, la mecha la encendió el “abuelo Jesús”, inspector de Hacienda, que fundó un club de lectura para hacer lo que le gustaba: leer e intercambiar ejemplares. Uno de sus hijos, Julián Prieto, que iba para ingeniero, decidió darle una vuelta al Club de Lectura Troya, que así se llamaba. Quizá vender unos lápices. Quizá unas holandesas. A lo mejor unas resmas de buenos pliegos de papel. O material para delineantes y estudiantes.

Y la de los lápices fue la mina del ingeniero Prieto. Troya pasó a ser Goya. Librería, papelería, reprografía rápida. Y mucho más. Julián Prieto conoció a María Pilar Colomo en el Club Deportivo en un partido de baloncesto entre el Águilas y el Santutxu. La afición a diferentes colores no impidió que tuvieran cinco hijos: María Pilar,Alejandro, Gonzalo, Álvaro y Susana. Y Grupo Goya seis áreas de negocio de una marca que forma parte de la historia comercial de Bilbao. Tanto que, como afirmó Sergio Etxebarria, de Bilbao Centro, “Goya es uno de los fundadores de nuestra agrupación”.

futuro Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao, confesó que había comprado su primera estilográfica en Goya y felicitó a la familia por “haber logrado ser una empresa con mucha historia pero, sobre todo, con mucho futuro”.

Además del alcalde, asistieron los concejales Asier Abaunza y Luis Eguiluz y el viceconsejero Marcos Muro. Acudieron el artista José Ibarrola y el pintor Enrique Francés, junto a la responsable de la Sala Rekalde, Alicia Fernández. Estuvieron Olga Zulueta y Adolfo Lorente, de Bilbao Centro, y el gerente de Bilbao Dendak, Jon Zárate. Entre los empleados de Goya se contaban Alfonso Belaza, Mohamed Dirba, David Celada y David Nielfa con Paola Bogado.

No faltaron Nerea Zugazaga, Eduardo Lekue, Borja Lamana, ni Josu Bilbao con su esposa María Delgado. Felicitaron a los Prieto, Amaia Arteta y los arquitectos Gonzalo Ispizua y Martín González-Cavia. También se acercó al Carlton Julio Alegría, lo mismo que la edil Beatriz Marcos, Arturo Trueba, Teresa Hernando y Carlos Basterretxea, de DEIA.

Presentó el evento la televisiva Aunitz Alberdi. Todos celebraron que lo que empezó con lápices cumple años en Internet.