Un desapacible domingo 12 de noviembre de 1901 fue inaugurada la primigenia Cruz de Gorbeia, un ambicioso monumento diseñado por el arquitecto Casto de Zavala y Ellacuriaga por mandato del Obispado de Vitoria “y que llegó a redactar cuatro proyectos muy sofisticados para acometer una obra de gran envergadura y única ya que nunca antes se había llevado a cabo algo similar en ningún lugar del mundo”, explica Iñaki García Uribe, estudioso e investigador sobre Gorbeia.
La ambiciosa actuación surgió a raíz del llamamiento realizado en 1899 por el Papa León XIII a erigir cruces en todas la cumbres de los montes más altos de la cristiandad para conmemorar la entrada al nuevo siglo XX. Con ese fin, mandó que se constituyeran comisiones de trabajo y la vasca -organizada por el párroco de Zeanuri, Juan Bartolomé de Alcibar, y presidida por el arcipreste de Zigoitia, José María de Urratxa- acordó levantar una gran cruz en la loma de Gorbeiagana. “Cazador y naturalista, Juan Bartolomé era un apasionado de la botánica que estaba en pleno esplendor en Europa. Conocía la campiña de Gorbeia porque hasta allí subía a recoger especies de flores y fue quién propuso a la comisión levantar la Cruz en la divisoria entre Araba y Bizkaia. Y de hecho, está clavada a partes iguales en terrenos de Zeanuri y de Zuia”. Además del lugar exacto para su ubicación, “también propuso que tuviera 33 metros de altura, que coincide con la edad de Cristo crucificado”, apunta García Uribe.
El coste del proyecto diseñado por Casto de Zavala ascendía a 60.000 pesetas “y para su financiación se pidió desde los púlpitos de las iglesias la ayuda de los feligreses” y fueron tres librerías -dos de Bilbao y una de Gasteiz- las encargadas de “recorrer los caseríos y los pueblos del ámbito de Gorbeia para recoger las aportaciones”. La administración que más colaboró fue “la Diputación Foral de Bizkaia aunque también se recibieron donativos de ayuntamientos de la zona, algunos vascos y españoles, por mandato del pleno”.
Los diferentes elementos del monumento se realizaron en los Talleres Nuestra Señora de Lutxana (Barakaldo), propiedad del alcalde Serapio Goikoetxea “con la materia prima del país, el hierro sacado de las vetas de Bizkaia”. Se elaboraron piezas fraccionadas para facilitar el transporte y el montaje del entramado metálico a 1.481 metros de altitud y “el 16 de julio de 1901 se dan los primeros golpes al terreno”.
El objetivo era bendecir el proyecto el 14 de septiembre, festividad de la exaltación de la Santa Cruz, “pero fue imposible, y finalmente se hizo el 12 de noviembre sin acabar de rematar la obra ya que aún faltaba la sujeción a la tierra del aspa o brazo que ayudaría a asegurarla frente a vientos extraordinarios”, explica el investigador ugaotarra. Esa fase del proceso constructivo “se decidió dejar para verano” ya que era prioritario “inaugurar la Cruz antes de terminar el primer año del nuevo siglo”. Y así se hizo durante una lluviosa mañana “lo que impidió oficiar la misa prevista”.
Hay que precisar que la de Gorbeia no fue la primera de las cruces levantada en cimas vascas para cumplir con el mandato de León XIII ya que el 18 de mayo de ese mismo año se inauguró la de Legate (en Lekaroz, Nafarroa) a 870 metros de altitud y el 13 de octubre la de Aloña (en Oñati, Gipuzkoa) a 1.244 metros “pero ninguna de ellas tuvo repercusión pública porque la obra faraónica de la cumbre más alta de Bizkaia las solapó”.
Sin embargo, solo un mes después de su inauguración -el 12 de diciembre de 1901- la primigenia Cruz de Gorbeia se cayó a causa de un fuerte vendaval. “El viento hace de la Cruz una vela gigante y como estaba muy bien anclada no la arranca sino que la dobla y se cae hacia la vertiente de Bizkaia. Fue un temporal inusual que también derribó casas y se llevó puestos ambulantes en Bilbao”. A pesar del contratiempo, solo 17 días después ya había planes para erigir una segunda Cruz.
Aniversario Para conmemorar el 116 aniversario de la primigenia Cruz, el Destino Turístico Gorbeia ha convocado un sencillo acto en la cima a las 11.00 horas del próximo domingo, día 12. La idea es que cada mendizale llegue por su cuenta, a su ritmo y saliendo del punto que elija para, una vez en la cima, cantar todos juntos la famosa canción Lusiano y Clara, conocida como En el monte Gorbea además del Zorionak Zuri. Después García Uribe ofrecerá una conferencia sobre la historia de las tres cruces de Gorbeia.