Bilbao - Desde 1971 el concurso de putxeras de Balmaseda se ha convertido en el principal evento gastronómico de Enkarterri. Muchos certámenes similares han llegado después, pero “el nuestro equivale a la Champions League”, comparó el alcalde, Álvaro Parro. Para darle un nuevo impulso y recalcar el carácter de la villa como cuna de la olla ferroviaria, surge la Cofradía de la Putxera, una institución que promoverá numerosas actividades para “defender, difundir y reivindicar” este símbolo. En su puesta de largo este próximo lunes, día 23, durante las fiestas de San Severino, sus componentes investirán a un cofrade de honor, un vecino de Balmaseda cuya identidad se desvelará justo antes de la entrega de premios del concurso. Antes, la recién nacida entidad recibirá la bendición de la Cofradía del Vino de Rioja, con su Gran Maestre a la cabeza.
La Cofradía de la Putxera-Olla Ferroviaria integrará agricultura, hostelería, turismo, ocio y cultura, al mismo tiempo que acerca los municipios que conformaban la ruta del tren de La Robla, que “desde principios del siglo XX acercaba la producción carbonífera de las cuencas mineras leonesa y palentina al consumo de la industria siderúrgica de Bizkaia”. Vagones en los que se cocinaron las primeras putxeras de alubias. Todo ello enlaza con la filosofía gastronómica slow food, “a la que la putxera pertenece por derecho propio”. Además, Balmaseda ha entrado en el movimiento Slow Cities, “en el que se agrupan ciudades que se distinguen por un ritmo de vida más pausado, manteniendo las tradiciones, pero sin renunciar a los avances tecnológicos”.
Más premios Quienes se acerquen a la villa el lunes comprobarán cómo la cocción de las alubias en la putxera se realiza a temperatura constante, “aunque no muy elevada, lo que permite desarrollar al máximo los sabores”. Un jurado liderado por Kepa Landa probará todas las que concurran a un certamen que aumenta la cuantía de sus premios. El campeón ganará una putxera de oro, 900 euros en metálico y un viaje donado por Arzabe.
Las cuadrillas tomarán posiciones desde primera hora de la mañana en la plaza de San Severino y calles aledañas del casco histórico. Para los que no dispongan de su propia putxera, la asociación de hostelería de Balmaseda, Hostebal, las preparará en una comida que acogerá la plaza de San Juan con reserva previa. Sumando los recursos de otros establecimientos, “suponen 800 plazas más para que la gente disfrute”, animó el alcalde. Dada la afluencia que se espera el lunes, el Ayuntamiento recomienda desplazarse en transporte público. Eso sí, se suprimirán las últimas paradas de las líneas de Bizkaibus en Balmaseda, así que los servicios finalizarán en la rotonda del campo de fútbol de La Baluga, antes de entrar en el centro urbano. - E. Castresana