DIMA. El entorno de Jentilzubi, en Dima, desprende una energía especial. No son pocas las leyendas que nacen al abrigo de ese paraje natural. Juan Manuel Etxebarria, doctor en Filología Vasca, miembro del grupo Etniker-Bizkaia de Etnografía de José Miguel de Barandiaran y miembro Correspondiente de Euskaltzaindia, habla del lugar con tanta sabiduría como pasión. No en vano, es al autor de libros como Gorbeia inguruko Etno-Ipuin eta Esaundak (Labayru & BBK, 1995) y Gorbeia inguruko Etno-Ipuin eta Esaundak II (Euskaltzaindia &Deustuko Unibertsitatea, 2016). En ellos recoge un sinfín de historias y leyendas en torno a Gorbeialdea, entre las que no podían faltar algunas sobre Jentilzubi, desde donde parte un camino repleto de sensaciones mágicas.
Jentilzubi es un lugar especial. Según la mitología vasca, fueron los jentilak quienes dieron forma a ese puente de piedra natural.
-Según se recoge en las leyendas, fue obra de los forzudos gigantes denominados jentilak, que vivieron en el refugio de Axlor. Parece ser que no pudieron concluirlo porque, al oír las campanadas de la ermita de San Francisco, desaparecieron junto con las lamias a través del río que atraviesa varias cuevas.
Pero, ¿qué cree usted que es en realidad ese arco?
-Para Aita Barandiaran, Jentilzubi es un arco natural, testigo de las formaciones calizas que los factores de la erosión barrieron, formando el barranco de Kobalde. Jentilzubi, fue en realidad la boca o entrada original de una enorme cavidad, probablemente unida con las actuales cuevas de Baltzola y Axlor.
¿Por qué resulta tan especial para muchos?
-Podría decirse que Jentilzubi y su entorno poseen magia y a su vez son parte de nuestra historia
Además de Jentilzubi, por el entorno de Baltzola se reparten un sinfín de cuevas y lugares repletos de encanto.
-Hay una cadena de cuevas sucesivas. Por algunas corre un riachuelo, un enclave idóneo para los jentilak y las lamias. Además, tenemos Indusi, Zamakola o el caserío Gibiltar.
Conoce cientos de leyendas.
-Para escribir los libros hablé con muchos informantes, que me contaron etnoleyendas como la de los jentilak, la Señora de Anboto, en Baltzola, o las lamias. Bastantes pertenecen a la zona de Dima.
En relación a la mitología vasca, ¿podría decirse que esconde algún tipo de religión que se perdió?
-El pueblo vasco es muy anterior al cristianismo y parece lógico que los precristianos tuvieran sus creencias, que seguramente hoy conocemos por medio de los relatos mitológicos.
En ese sentido, la mujer juega un papel muy importante en la historia de Euskal Herria. Mari es la diosa con mayúsculas.
-La sociedad histórica vasca contiene muchos elementos que confirman el papel importante de la mujer. En mitología tenemos a Mari. En el verbo vasco, en el registro HI-TA-NO, existe la marca del femenino y en el léxico el nombre de entrada es femenino (asto=burra/ astar <asto+ar=burro, etc.) y más elementos. Esto nos admite afirmar la importancia del matriarcalismo.
Hablando del euskera, la riqueza del que se ha mantenido en Dima y Gorbeialdea llama la atención.
-En estos dos extensos libros he recogido un euskera nativo de 23 pueblos de Gorbeialdea arcaico y muy rico en todos los aspectos. Debe ser fuente para el enriquecimiento del euskera unificado implantado. Estos informantes nativos, han nacido, viven y muchos de ellos han muerto en euskera. No se puede olvidar el tesoro lingüístico vivido por nuestros antepasados.
Además de mitología, en el entorno de Jentilzubi habría que destacar el yacimiento prehistórico de Axlor. ¿Qué relevancia tiene?
-Tiene una importancia capital para la historia humana. Merece especial mención el refugio de Axlor (Axlegor), ya que en esa pequeña cueva excavada por Aita Barandiaran en 1932, de nuevo tras el exilio en la campaña de 1967 y posteriormente por más arqueólogos, han aparecido restos neandertales de la época musteriense. Por ejemplo, restos de herramientas, huesos de bisontes o caballos e incluso dientes humanos.