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El 'lehendakari' más motero

Txema Lanzagorta preside desde hace diez años el club Harley Davidson de Euskal Herria Organiza el evento del motor que, hasta mañana, congrega a más de 1.500 personas en Sodupe

El 'lehendakari' más motero

Güeñes - Por vehículo oficial pilota una moto, y su traje de faena consiste en un chaleco de cuero con un escudo en el que se lee en letras grandes: club Harley Davidson de Euskal Herria. A Txema Lanzagorta le llaman el lehendakari porque acumula ya diez años al frente de la agrupación que organiza el Harley Eguna de Sodupe. Se estima que hasta mañana rodarán por este núcleo urbano de Güeñes “alrededor de 1.500 personas”, según este amante de la legendaria marca.

Una Harley cuesta dinero. ¿Cuánto? “Desde 9.000 euros una pequeña a más o menos los 30.000 de una grande que sea nueva”, compara. ¿Compensa la inversión? Desde luego, a él sí. “Es cómoda, tranquila y si la cuidas puede durar muchísimos años”, enumera. Para muestra, un botón, su primera, y de momento única, Harley Davidson ha cumplido ya la mayoría de edad con tantos kilómetros entre sus ruedas que no habría calculadora capaz de sacar la cuenta. Antes de jubilarla le gustaría saldar una asignatura pendiente: recorrer la mítica Ruta 66, con cerca de 4.000 kilómetros entre Chicago y Los Ángeles. “Una amiga que ya lo ha hecho, y pasó tanto calor en el viaje que en algunos tramos tuvo que subir la moto al autobús ”, recuerda. Sería la ocasión de viajar al origen de Harley Davidson.

El mítico nombre “corresponde a los apellidos de los dos fundadores, que fabricaron su primera motocicleta en una caseta“. Se dice que en aquellos modelos iniciales emplearon un bote de lata de tomate como pieza, añaden otros socios que acompañan a Txema Lanzagorta en los preparativos de última hora en Sodupe. Alrededor de la plaza se concentran los puestos de venta de artículos de motor, mientras que el pabellón deportivo multiusos de Padura acoge el campeonato estatal de customizadores y constructores y la exhibición de talleres.

El presidente del club Harley Davidson de Euskal Herria empezó a echarse a la carretera con otros aficionados “de Bilbao, Portugalete o Basauri”, independientemente de la climatología. Quien se coloca el casco lo hace llueva o brille el sol. De hecho, “para muchos la moto se convierte en medio de transporte habitual porque no tienen coche”. Como se repite hasta la saciedad en campañas de seguridad vial, el cuerpo es la carrocería. Por ello, Txema aprovecha para lanzar un llamamiento a las instituciones para que retiren los guardarraíles que pueden ser una trampa mortal en caso de accidente. Con todo, “en Euskadi no hay excesivos puntos negros para los motoristas”.

Hoy por la mañana saldrán de Sodupe en dirección al barrio de San Cosme “para que vean las casetas de madera construidas para las fiestas que todavía se conservan allí”. Una vez en el centro de Gordexola, “nos detendremos a disfrutar de unos pintxos antes de regresar a Sodupe para degustar una comida a base de putxeras de alubias”. Por la noche, volverán a encender el motor en la procesión de antorchas que alumbrará Sodupe con bendición incluida cerca de la iglesia de San Vicente “en memoria de los compañeros fallecidos”.

El club Harley Davidson Euskal Herria marchará junto a los de Catalunya, Canarias y la región francesa de Occitania, sus agrupaciones hermanas. “Ellos acuden a los eventos que planificamos y nosotros les devolvemos puntualmente las visitas”, asegura mirando de reojo el reloj. Se acerca la hora de aterrizaje de un vuelo procedente de las islas y el lehendakari quiere asegurarse de que sus amigos lleguen a tiempo para la inauguración oficial del encuentro de Sodupe.