Bilbao - Hacer que la normalidad regrese a Rodríguez Arias costará su tiempo. Desde que el pasado enero abriera la discoteca Moma en el número 66 de la céntrica calle bilbaina, los problemas de convivencia con duros enfrentamientos entre vecinos, gerencia del hotel Ilunion y propietarios del establecimiento, han sido continuos. Tras cinco meses de mediación municipal, ayer se hicieron públicas las medidas acordadas entre el Ayuntamiento y los propietarios de la discoteca para encontrar ese punto de encuentro que pueda satisfacer a todas las partes. Entre ellas destaca la presencia de personal de la sala Moma en la calle para controlar el acceso; un protocolo de actuación de la Policía Local entre las 01.00 y las 06.30 horas, “la franja horaria de mayor impacto”, los jueves, viernes y sábados, y la participación de educadores en horario nocturno para “sensibilizar” a la juventud en el respeto al ocio pero también a la convivencia ciudadana.

Desde el momento en que Moma abrió sus puertas, los vecinos y el hotel Ilunion se unieron en una plataforma de afectados que comenzó a exigir al Ayuntamiento medidas para frenar lo que consideraban una alteración de su derecho al descanso. Mientras, los propietarios de la sala defendían, por su parte, su derecho al ocio nocturno. La polémica llegó también a la sala de plenos del propio consistorio y, una vez más, los defensores de unos y otros volvieron a mostrar que las posturas estaban muy lejos de encontrar un punto común.

Así las cosas, los responsables municipales decidieron tomar cartas en el asunto con la contratación de un equipo mediador, externo al personal del Ayuntamiento, para que pudiera desde la ecuanimidad acercar posturas. Los encuentros comenzaron en marzo y a ellos acudieron representantes de todas las partes -41 vecinos de las 130 viviendas afectadas en el tramo de calle entre Sabino Arana y María Díaz de Haro; el hotel Ilunion, la sala Moma, técnicos expertos en mediaciones acústicas y otras áreas municipales-. Tampoco estos encuentros estuvieron exentos de polémica, ya que un buen grupo de afectados terminó no reconociendo ni a los mediadores ni al proceso de mediación.

Medidas de la sala Moma No obstante, el equipo siguió trabajando y ayer hicieron públicos los compromisos a los que han llegado tanto el Ayuntamiento como los responsables de la discoteca. Así, en lo que al Moma se refiere, sus propietarios han accedido a adoptar una serie de medidas que pasan, en primer lugar, por hacer que su personal esté en la calle para controlar el acceso a la discoteca y, de paso, evitar que se produzcan situaciones ruidosas mientras los clientes esperan para acceder al local. Junto a ello, los socios de la discoteca se han comprometido a instaurar el denominado “sello de acceso denegado”, que consistiría en marcar a aquellos clientes que por los motivos que fuera han visto denegada su entrada al local. Así se “desincentivará” la generación de molestias en el vecindario, “sobre todo ruido y orines”, aclaran fuentes municipales.

“Se trata de una medida disuasoria”, explica a DEIA Luis Ángel Rodríguez, socio de la sala Moma. “Si un grupo viene a la discoteca y uno, por los motivos que sean, porque está bebido o generando problemas, tiene que quedarse en la calle mientras sus amigos entran... tiene que fastidiarle, seguro”.

Además de estas dos medidas, la discoteca también adelantará la hora de acceso al local a las dos de la mañana. “Se trata de las entradas de venta anticipada, podrán acceder hasta las dos de la mañana”. La medida, en palabras del Ayuntamiento, busca “promover que el ocio empiece antes”.

Y, por último, los responsables de la sala estarán coordinados con las áreas de Juventud y Deporte, Seguridad Ciudadana y Obras y Servicios.

La discoteca volverá a abrir sus puertas el próximo jueves 7 de septiembre, después de estar un tiempo cerrada en unas “vacaciones” -forzosas, pues ha estado cuatro semanas cerrada- que los responsables del local han aprovechado para cumplir una de las varias sanciones que tienen pendientes de resolución. Lo cierto es que en estos momentos la sala tiene pendientes casi una docena de expedientes que están en periodo de alegaciones. “Nos han tenido asfixiados desde el primer día”, reconocía ayer Luis Ángel Rodríguez.

El Ayuntamiento Por su parte, los responsables municipales han adoptado otras medidas que afectan a varias áreas del Ayuntamiento, de manera que pueda afrontarse la polémica desde todos los prismas posibles. En primer lugar, el Área de Movilidad y Sostenibilidad realizará una “evolución continuada del impacto acústico en el exterior” y pondrá en marcha un protocolo de intervención y seguimiento de la situación.

El Área de Seguridad Ciudadana realizará un despliegue de la Policía Municipal en los próximos seis meses, además de “un protocolo de sensibilización y actuación en la zona”. Este se realizará los jueves, viernes y sábados entre las 01.00 y las 06.30 horas.

Otra de las áreas implicadas será Juventud y Deporte, que considera la zona como “prioritaria para la intervención de educadores nocturnos que se encargarán de sensibilizar a la juventud en prácticas que fomenten un ocio saludable, sostenible y compatible con la convivencia ciudadana”. En esta línea de trabajo, harán un seguimiento durante los momentos de actividad de la discoteca y centrarán su ámbito de actuación en el “exterior inmediato”.

Por último, el Área de Obras, Servicios, Rehabilitación Urbana y Espacio Público se comprometen a “mejorar la limpieza” de la zona, incrementando la utilización de odorizante. Además, de mutuo acuerdo con los vecinos, se ha adelantado el horario de los trabajos a las 6.45 horas para lograr el equilibrio entre la limpieza de la calle, el cierre de la discoteca y el descanso de los vecinos.

MEDICACIÓN ACÚSTICA

Participantes. 41 vecinos, el hotel Ilunion, la sala Moma, técnicos expertos en mediciones acústicos y diferentes las áreas municipales.

Abandono. Durante cinco meses se han escuchado las opiniones de las partes para mejorar la convivencia en Rodríguez Arias. Un grupo de vecinos abandonó la mesa en disconformidad con el proceso.

COMPROMISOS

Moma y Ayuntamiento: acciones

Responsables de Moma se comprometen a tener personal en la calle para controlar los alborotos mientras se accede a la sala y pondrá el sello de acceso denegado, entre otras medidas. El Ayuntamiento, por su parte, intensificará la presencia policial y pondrá educadores de calle.