Bilbao - La pasión y tradición por la montaña en Euskadi es evidente. Según datos de la Federación Vizcaína de Montaña, de media cada fin de semana, unas 60.000 personas hollan las cumbres de los numerosos montes de la geografía vasca. Por ello, no es de extrañar que, con tantos deportistas, se registren incidentes que requieren la presencia del equipo de montaña de la Ertzaintza, agentes especializados en rescates que disponen de preparación y medios para atender cualquier percance.
En este sentido, según datos aportados por la Policía vasca, a lo largo de los primeros seis meses del año, los equipos de rescate de la Ertzaintza han tenido que realizar 58 salidas a las montañas de Bizkaia a causa de diversos incidentes sufridos por los deportistas. En concreto, los datos del equipo se desglosan en 41 rescates y 11 búsquedas. Se da la circunstancia de que el mes de abril fue el más activo para este equipo, ya que tuvieron practicar un total de 14 rescates y siete búsquedas.
El Parlamento vasco aprobó en diciembre de 2011 las tasas de rastreo, rescate o salvamento que debían pagar los ciudadanos que requerían los servicios de la Ertzain-tza, así como las situaciones en las que el Gobierno vasco factura el rescate al particular. Según informa el Departamento vasco de Seguridad, en la primera mitad del año no se ha realizado ninguna salida que haya supuesto un coste para la persona atendida por el equipo de montaña.
No ocurrió lo mismo en 2016. El año pasado se efectuaron dos cobros por tasas por un importe de 4.095 euros, ya que los rescates se efectuaron “dentro del ámbito de la práctica de actividades de riesgo”.
En este sentido, existen determinados aspectos por los que se tramitan cobros por tasas en Bizkaia. Por un lado, se determina atendiendo al número de efectivos implicados (personas profesionales) y medios materiales que intervengan en la prestación de servicio. Por otra parte, depende del tiempo que empleen en la intervención cada uno de los efectivos y medios utilizados.
Tasas por un rescate
La tasa por rastreo, rescate o salvamento vigente es de 38,58 euros por cada una de las personas que intervienen en el operativo. Respecto a los medios materiales, por cada vehículo se suman 40,72 euros; por cada helicóptero 2.243,11 euros, y por una embarcación con una eslora menor o igual a 18 metros, 410,46 euros y, si es superior a 18 metros, la tasa se eleva a 2.161,65 euros.
El Departamento vasco de Seguridad prefiere llamarlos accidentes en vez de hablar de imprudencias o incidentes. Hay dos tipos de actuaciones que realizan los servicios de emergencia si se genera algún accidente. Por una parte, están los rescates que se realizan a aquellas personas que hayan sufrido algún percance y, por otra parte, las búsquedas que se ejecutan a aquellas personas que se hayan extraviado por la ruta que realizaban.
Según los datos ofrecidos por Seguridad del Gobierno vasco, en cuanto a la casuística los rescates se centran en personas de edades comprendidas entre los 20 y 59 años, mientras que en las búsquedas, el grupo más significativo lo comprenden personas con edades superiores a 65 años. El senderismo es la actividad mayoritaria de las personas involucradas en este tipo de sucesos. Las caídas son la causa principal de los rescates y, los extravíos o desorientaciones son las que acarrean el mayor número de búsquedas. En cualquiera de estos casos, la Ertzaintza activa un protocolo. Así, cuando la llamada entra en el 112, los datos principales a determinar pasan por saber qué pasa y dónde ha ocurrido el incidente, para que los servicios de asistencia acudan con la precisión exacta a dicho punto. Bien es cierto que, casuísticas como jornadas con niebla en la montaña suponen una dificultad añadida, por lo que se debe ser lo más preciso posible para detallar el punto exacto donde se encuentra la víctima. Por dicho motivo, desde el Departamento vasco de Seguridad se recomienda utilizar aplicaciones de geolocalización como la conocida Alpify.
La alerta pasa a los correspondientes servicios de emergencia que se movilizan con toda la premura posible para la atención a la víctima, sincronizada por un gestor que se encuentra en el centro de Coordinación de Emergencia de Euskadi de SOS Deiak.
En este punto, el presidente de la Federación vizcaina de Montaña, Víctor Manuel Vivar, aconseja llevar siempre a una salida de monte las herramientas tradicionales. “Son las que más nos pueden ayudar porque la tecnología puede fallar”, asegura. Por ello, aparte de aplicaciones de móvil, Vivar también insiste en la “necesidad” de llevar siempre una brújula, un mapa o un silbato que sirva para ubicar a un herido en caso de escasa visibilidad en el monte.
También, la Federación tiene un convenio con la Diputación para el mantenimiento y revisión de los senderos, que se revisan cada cuatro años. “Se hace en este periodo porque las marcas pueden borrarse y despistar al caminante”. Las travesías siempre están marcadas con rayas y “no es necesario que se lleve el mapa”, dice Vivar, aunque sí recomienda “estar muy atento” para evitar incidentes.