BILBAO - El plan de peatonalización de la calle Iparraguirre se iniciará en diciembre. Ricardo Barkala, concejal de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Bilbao, espera tener el proyecto a la vuelta de verano de manera que las obras que cuentan con un presupuesto inicial de 500.000 euros puedan comenzar en el último trimestre del año. De momento, se han recogido las sugerencias de los vecinos y se han establecido unas líneas rojas, pero aún no se ha decidido qué tipo de tranquilización de tráfico se va a llevar a cabo, ni si será una actuación homogénea en toda la vía. Lo que sí deja claro el concejal es que “no va a haber más terrazas, ni más metros de veladores, de manera que la hostelería no desplace al comercio”. Dejará de ser zona de paso de vehículos, pero queda por definir con qué modelo peatonal.
La calle Iparraguirre es uno de los ejes fundamentales de Bilbao. Además de ser la puerta de entrada al Museo Guggenheim, su cercanía con Azkuna Zentroa y con Indautxu puede ser el punto de partida para configurar un triángulo que redirija a los turistas hacia otros puntos de la ciudad. Con ello se conseguiría que los visitantes penetren en la ciudad y así conozcan otros lugares de Bilbao, además del Casco Viejo. Lo decía recientemente Jorge Aio, director gerente de Bilbao Centro, “si el turista avanza al centro, es una manera afianzar a Bilbao como ciudad de compras”. Lo corroboraba también el concejal de Promoción Económica, Xabier Ochandiano: “Ya es la ciudad más importante del norte de la cornisa cantábrica, pero sería un paso más”.
Así que el tratamiento que se le quiere dar a esta calle tiene que ver no solo con la identidad propia del barrio, sino con un proyecto más global de ciudad. Sin embargo, la actuación no es fácil, porque tal y como explica Barkala, “se trata de una trama con manzanas diferentes que posiblemente requieran actuaciones diferentes y que tiene además servidumbre de paso tanto a garajes como a comercios o a establecimientos hosteleros”.
Esta complejidad es precisamente uno de los hándicap que han hecho que el proyecto que se anunció el 10 de noviembre de 2015 aún no tenga un reflejo en papel, es decir, no hay ningún plano. Entonces, el Consistorio dio a conocer la intención municipal de hacer una peatonalización parcial de la calle Iparraguirre, concretamente en el tramo desde el Guggenheim hasta la plaza San José. En el estudio del proyecto se fijó la fecha de 2017 para el inicio de las obras e incluso se planteó una segunda fase hasta Azkuna Zentroa.
Al mismo tiempo se inicio un trabajo conjunto entre el Ayuntamiento y el Museo Guggenheim para activar este corazón por el que transitan muchos turistas y que sin embargo a veces se pierden sin saber qué dirección tomar. Una de las primeras medidas ha sido precisamente señalizar la calle Alameda Rekalde para que el turista no se pierda entre calles.
No más terrazas Pero, el punto de partida es hacer agradable esta calle. Según explica Barkala, “ya se ha hecho el proceso de participación ciudadana, en la última reunión participaron en torno a 130 vecinos”. Fruto de este encuentro el Ayuntamiento ha podido conocer cuáles son los principales temores que tienen los vecinos y evitar caer en proyectos que no sean del agrado del vecindario.
“Tenemos que buscar un equilibrio y más viendo lo que ha ocurrido en el Casco Viejo”, reconoce Barkala. Partiendo de su importancia estratégica, se ha hecho un reconocimiento de la zona anotando entre las deficiencias detectadas que las aceras son estrechas, que hay alguna terraza autorizada con escasa distancia a las fachadas y que hay una zona de garajes; de este modo, lo que se haga en esta calle tiene que ser bien estudiado para no reproducir algunos errores cometidos en otras zonas peatonalizadas.
En este sentido, los vecinos de la asociación Foro Cívico han mostrado su temor a que en Iparraguirre se haga una peatonalización como en Ledesma o en Egaña, por lo que han solicitado una reunión al área municipal para mostrar sus reticencias a la peatonalización de la zona. El encuentro tendrá lugar la segunda semana de agosto. No obstante, Barkala les ha tranquilizado y se ha comprometido a no permitir más terrazas de las que ya existen. “No vamos a inundar todo de terrazas. El punto de partida es que haya las mismas y los mismos metros cuadrados. Posiblemente, en cada tramo actuaremos de una manera. En algunos es posible que tengamos que quitar los aparcamientos y ampliar la acera y retranquear la terraza para que los vecinos puedan andar mejor y, en otros tramos habrá que habilitar zona de carga y descarga y un único carril tráfico lento. Hay servidumbres, aparcamientos, cargas y descargas... En ningún caso podemos hacer una actuación como lo que se hizo en Ledesma”.
El concejal señala que “el modelo de cada calle es distinto, pero se asemeja más a Ercilla que a Ledesma. En esta última calle, como es totalmente peatonal, las terrazas se sitúan en el centro, pero no es el caso de Iparraguirre”. En cambio el modelo de Ercilla podría adecuarse mejor a esta zona, según dice Barkala.
Los vecinos de Foro Cívico tampoco están de acuerdo con que desaparezcan plazas de aparcamientos, “en una zona donde ya es difícil aparcar y con gente de edad avanzada es importante que los vecinos puedan acceder en coche hasta sus portales”, expresa Verónica López presidenta de la asociación vecinal de Iparraguirre.