POR tierra y por mar, Getxo respira deporte. Por las aguas de sus playas se pueden ver gorros de colores; por sus arterias, piernas de hierro. El triatlón es una de las prácticas más en forma en el municipio. Dos clubes locales, Trirunners y Getxo Triatloi Taldea -GetxoTri-, concentran esta afición elevada al cubo. Ellos fueron los responsables de organizar ayer el IV Triatlón Olímpico Memorial Agustín Ugarte, que reunió a una extensa nómina de aficionados a esta disciplina que se parte en tres. Fueron muchos, tantos como 300, los triatletas que ayer volvieron a poner a prueba su resistencia nadando, andando en bici y corriendo.

La cita de carácter popular constó de un recorrido de 1,5 kilómetros a nado -con salida y llegada en la playa de Las Arenas-, cuarenta kilómetros en bicicleta y diez kilómetros de carrera a pie. El segmento del ciclismo discurrió por Umbe, Loiu, Gatika, Laukiz, Urduliz y Leioa, antes de regresar de nuevo a las inmediaciones de la playa de Las Arenas. La competición finalizó con la carrera a pie en un circuito de dos vueltas que unió el Puente Colgante y los pabellones de remo y vela del puerto deportivo. Un itinerario completo de titanes, como lo son todos los de este deporte de esfuerzos y recompensas mayúsculas. Así lo sintió la treintena de mujeres que tomó parte en este evento deportivo que rinde tributo a Agustín Ugarte, uno de los deportistas de GetxoTri que, tres días después de competir en una triatlón de media distancia, sufrió un repentino y fulminante paro cardiaco. Su recuerdo, siempre imborrable para sus compañeros y amigos, es con esta prueba más perenne aún.

Gran dimensión “Encargarte de organizar una competición así tiene más cosas de las que parece en un principio: los requisitos de la Federación, de la prueba en sí, el satisfacer a los participantes... Pero merece la pena. Es una paliza pero lo hacemos a gusto”, comentaba ayer en boxes, Gonzalo de las Heras, uno de los miembros de Trirunners. Este club nació en 2011 y desde entonces nada, esprinta y corre bajo el lema de Deporte Para Todos, DPT, y con los valores de pasión, esfuerzo, honestidad, solidaridad, tolerancia y democracia -como ellos mismos explican- tirando del carro. “En principio, nació hace cinco años como un club de triatlón pero después, en colaboración con Getxo Kirolak, se hizo un grupo de entrenamiento de carrera, que es Trirunners running club. Ahora son dos grupos que coexisten amistosamente. Hay gente que forma parte de los dos. El otro es un equipo de triatlón tradicional abierto a la gente que se quiera inscribir, lo único que tiene que hacer es llevar la ropa del club, pagar una cuota y nada más. No se exigen más condiciones”, señala Gonzalo. Y así, pasito a pasito, pero rapidito, el club lo conforman ya en la actualidad unas sesenta personas. “El balance de estos cinco años es muy positivo. Hay mucha gente que ha descubierto el triatlón y Getxo, para eso, es un sitio estupendo. Tenemos un montón de gente, hemos hecho muchos amigos, hemos competido en muchos sitios... Viajas, haces amigos, viajas con amigos...”, considera Gonzalo.

Y es que esta práctica está despertando muchas pasiones, pese a su dureza. “Al final lo que mata es la velocidad de la bala. Es decir, depende de cómo te lo tomes, pero incluso llevándolo con relativa dedicación resulta menos duro que cualquiera de las otras disciplinas por separado, porque al obligarte al ir alternando unas con otras te provocas menos las lesiones que son características de cada uno de los deportes por separado”, esgrime Gonzalo. “Si entrenas un poquito no es tan duro. Yo no me esfuerzo mucho...”, comentaba en tono de broma Luis Ezcurra, de GetxoTri. “Es un deporte que engancha... llevamos cinco o seis años en los que está pegando fuerte”, agregaba. Este club, tal y como recuerda Luis, existió ya hace 25 años pero desapareció y se refundó hace unos siete años. Hoy en día, alrededor de setenta deportistas se dejan el sudor en las filas de este equipo. Los hay, además, de todas las edades.