“La sala Jolas sería un revulsivo para Elorrio”
Elorrio - Es una de las caras más conocidas de Elorrio. No en vano, José Ramón Lazkano (5 de mayo de 1949) estuvo más de tres décadas trabajando de pinchadiscos en la mítica sala Jolas Leku de la villa que cerró sus puertas en 2001. Además es presidente de Iturri Zoro Elkarteartea y lleva toda la vida ligado a la vida cultural de la villa.
¿Es el elorriarra fiestero?
-Yo creo que sí. Hoy en día los más ruidosos pueden ser los de 40 para abajo pero en nuestra época a todos nos ha gustado la juerga.
Al vecino de Elorrio se le tacha también de guapo. ¿Está de acuerdo con esto?
-Es la primera noticia que tengo (risas). Sí se decía que los de Bergara vestían bien y eran chulos pero lo de que nosotros somos guapos?
¿Qué le parecen las fiestas de hoy en día?
-Yo que he sido el alma máter, todavía sigo en la comisión y empecé en los 60, pienso que han decaído mucho y los tiempos también han cambiado. En la década de los 70 le dimos un vuelco a las fiestas y fueron las mejores hasta finales de los 80.
¿Un plan para disfrutar en fiestas?
-Con la edad que tenemos ahora hacer una fiesta tranquila tomando potes con los amigos y disfrutando de la comida anual donde nos juntamos unas veinte personas. Al lunes de fiestas, le seguimos llamando lunes de la juventud, siempre nos reunimos y son muchas cuadrillas las que lo hacen.
¿Qué conservan las fiestas de hoy de las que conoció en su infancia?
-La tamborrada que empezamos nosotros y cumplirá el año que viene cincuenta años, los bailes y verbenas.
¿Y qué le gustaría recuperar?
-Las zezenak. Con pocas horas y menos presupuesto le dábamos mucha vida a los lunes y martes de fiestas.
Si tuviera que organizar las fiestas hoy, ¿que no podría faltar?
-El Sukalki Eguna donde nos juntamos más de 2.000 personas. Desde Iturri Zoro Elkarteartea (Asociación de las cinco sociedades gastronómicas) organizamos esta jornada gastronómica y servimos la cena en la tamborrada.
¿Qué recuerdos guarda de la sala Jolas Leku?
-Todos y fabulosos. Muchas horas felices y sueño perdido (risas). Me quedo con la infinidad de artistas y amigos y la oportunidad que supuso para el pueblo ver a las grandes figuras de la canción y orquestas del momento.
Fueron muchos grupos de renombre los que pasaron por allí. ¿Con cuáles se queda?
-La inauguración, el 19 de junio de 1969, con Los Canarios, Mocedades, Módulos, Los Bravos o Fórmula V, entre otros.
¿Qué supondría hoy para Elorrio la apertura de la sala Jolas Leku?
-El ambiente se está muriendo y seguro que sería un revulsivo.
Si volviera a pinchar música, ¿de que tipo sería?
-Seguro que no pondría nada de ruidos extraños y sonaría algo de rock y pop.
¿Saben divertirse los jóvenes hoy?
-Supongo que se divierten pero no como lo hacíamos nosotros. Es curioso cómo los jóvenes de ahora salen a la hora que nosotros nos marchábamos a casa.
¿Qué diferencias ve entre los jóvenes de hoy y los de su época en Elorrio?
-Los de hoy son más individualistas y quieren que todo se les dé hecho. Tampoco se implican tanto a la hora de organizar cualquier actividad y no prestan su tiempo como lo hacíamos nosotros.
¿Cómo definiría Elorrio culturalmente hablando?
-Contamos con una amplia y variada programación con teatro, cine, conciertos y espectáculos. Culturalmente somos un municipio atractivo y voy a ponerle un notable de nota.
¿Qué es lo que mejor de vivir en Elorrio?
-La tranquilidad que se respira.
¿Y lo peor?
-El escaso trabajo para los jóvenes. Lamentablemente, en los últimos años muchas empresas están desapareciendo.
Rodeados por numerosas montañas, ¿con cuál se queda?
-Udalaitz, que lo veo desde los ventanales de mi sala. No soy muy de subir a la montaña pero me encanta verla desde casa (risas).
¿Un rincón para perderse?
-La necrópolis de Argiñeta para trasladarte al siglo XI y recordar los orígenes del pueblo vasco. Me gusta ir de vez en cuando para desconectar un rato.
Recomiende un plan perfecto de sábado en Elorrio.
-Completar el llamado circuito verde para conocer el maravilloso barrio de Zenita y disfrutar con los caseríos de la zona y el molino.
Defina al elorriarra.
-Sencillo, abierto y cercano.
¿Qué tiene Elorrio que no tengan otros municipios?
-No hay la masificación de otros sitios, se puede aparcar tranquilamente y el espacio está muy bien aprovechado.
El orgullo de ser elorriarra se le nota por los cuatro costados.
-Por supuesto. Yo he nacido en el caserío Kotxero, siempre he vivido aquí y estoy orgulloso de Elorrio.
¿A qué sabe Elorrio?
-A tradición.
¿Y a qué huele?
-Al verde de la naturaleza.
¿Qué le diría a una persona que todavía no conoce su municipio?
-Que venga cuanto antes y se pierda disfrutando por sus calles y sus barrios.
Expinchadiscos en la sala Jolas y presidente de Iturri zoro elkarteartea