Trapagaran - Como diría Don Quijote, con la iglesia hemos topado amigo Sancho. Solo que en este caso la iglesia del barrio trapagarandarra de Elguero no es del Obispado -que no la quiere ni regalada- sino de una empresa en concurso de acreedores -Babcock & Wilcox- y que hace mutis por el foro a la hora de mantenerla en las debidas condiciones de ornato y seguridad para los feligreses que rezan a la Virgen de Begoña desde 1952.

Para evitar daños irreparable entre la feligresía, el Ayuntamiento de Trapagaran ha debido volver a soltar la faltriquera para remediar lo que ni lo divino ni lo empresarial han querido acometer.

Así, el Consistorio ha retirado varias losas de la fachada y también ha desmantelado el pórtico de entrada ante el riesgo detectado de que pudieran producirse desprendimientos sobre las personas. El peligro era tan evidente que se tuvo que clausurar el parque infantil de Elguero y prohibir temporalmente la entrada de personas a la parroquia. El Consistorio ha actuado en la iglesia de Elguero porque su titular, la empresa Babcock (actualmente en situación de concurso de acreedores), ha hecho caso omiso a los requerimientos municipales para que solucionara los problemas estructurales que se habían detectado en la fachada. En consecuencia, ante la falta de respuesta de la compañía, el Consistorio ha llevado a cabo una obra valorada en 13.055 euros para retirar las piedras que entrañaban el peligro. Los trabajos finalizarán esta semana de manera que este domingo se reanudarán las misas. Al igual que en otras ocasiones, el Ayuntamiento pasará la factura a la empresa Babcock para tratar de cobrarla.

Desde el cierre de la factoría, el Ayuntamiento ha tenido que actuar en diferentes ocasiones para evitar riesgos a la población ante la falta de respuesta de los actuales gestores. Unas actuaciones onerosas que han supuesto más de 70.000 euros. - E. Zunzunegi