Portugalete - Los barrios portugalujos de Buenavista y La Atalaya son, desde hoy, un poco más accesibles gracias a la instalación de sendos ascensores en las calles Lepanto y La Atalaya. Las obras de creación de estos elevadores han supuesto una inversión de 400.000 euros que se han obtenido de una subvención del Gobierno vasco y el plazo de ejecución de los trabajos ha sido de cinco meses. De este modo, la villa jarrillera cuenta desde hoy con tres ascensores urbanos, ya que estos dos elevadores se unen al que ya lleva varios años funcionando en Azeta y que hace cerca de mil viajes al día, según datos aportados por el Consistorio portugalujo.
“La puesta en funcionamiento de ascensores urbanos es una de las políticas que estamos llevando a cabo en el Ayuntamiento de Portugalete en materia de accesibilidad porque nuestra villa es, prácticamente, una localidad que crece en una pendiente desde la ría”, explica Mikel Torres, alcalde de la noble villa. Estos dos ascensores estarán activos entre las 6.00 y las 0.00 horas. Aunque, si se ve que hay demanda y se percibe una ausencia de actos vandálicos en estos elevadores, el horario podría verse ampliado.
La puesta en funcionamiento de estos dos ascensores estrenados ayer son un hito importante. En el caso del elevador de la calle Lepanto, este equipamiento conformado por dos ascensores salva un desnivel total de doce metros que, hasta la fecha, había que ascender subiendo una larguísima hilera de escaleras. Esta pendiente limitaba sobremanera el acceso a esta calle del barrio de Buenavista y, como era de esperar, la entrada en funcionamiento de estos ascensores levantó gran expectación entre los vecinos de la zona que quisieron estrenar pronto este equipamiento. “Este ascensor no solo va a favorecer al desplazamiento de los vecinos de la calle Lepanto, sino que también va a favorecer a todo el barrio de Buenavista, ya que permitirá a los vecinos de la otra parte del barrio poder ir hasta el ambulatorio sin tener que dar toda la vuelta”, apuntó el alcalde en la inauguración. En el caso de estos ascensores, el primero de ellos sube hasta el portal número 1 de la calle Lepanto, mientras que el segundo va desde el propio número 1 hasta la calle Carmen Gandarias.
Estos ascensores tienen capacidad para nueve personas y cuentan con los laterales opacos para, así, preservar la intimidad de los vecinos de estos bloques de viviendas. Además, se ha colocado una iluminación especial en la zona de la pasarela superior para evitar que se cree un punto negro. Por su parte, en el caso del ascensor de La Atalaya, salva un desnivel de cinco metros y permite comunicar esta calle con la Avenida Repelega, la calle San Roque y Abatxolo. “Es un pequeño desnivel, pero que condiciona mucho la accesibilidad de la zona”, indicó Torres. Para crear este elevador, han demolido parte de unas escaleras y se ha construido una zona diáfana con un banco.
Próximos proyectos La puesta en marcha de estos ascensores no supone el final de esta política en la escarpada villa. Por ello, desde el Consistorio se está trabajando en nuevos proyectos futuros para colocar nuevos ascensores urbanos. Así, entre los planes municipales figura la idea de hacer un elevador que conecte la parte baja del barrio de La Atalaya con la calle Sotera de la Mier. Otra de las iniciativas que están en cartera municipal en esta materia es la de crear un elevador que conecte el paseo de La Canilla con la calle Sotera de la Mier a la altura de la estación de tren. “No quiere decir que sean los próximos en hacerse, pero sí son proyectos que se están estudiando”, señaló Mikel Torres.