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[Fotos:] San Antón bendice a los animales en Urkiola, como dicta la tradición

Cientos de fieles, muchos con sus perros, acuden al santuario para homenajear al patrón de los baserritarras

[Fotos:] San Antón bendice a los animales en Urkiola, como dicta la tradición

la tradición manda y al mal tiempo, buena cara. Esto es lo que tuvieron que pensar los valientes que se animaron a subir en la jornada de ayer a Urkiola para celebrar la festividad de San Antón Abad. Y es que, ni las gélidas temperaturas, ni la amenaza de lluvia, fueron impedimentos suficientes para visitar el santuario y pedirle al santo salud y protección para sus queridas mascotas. A pesar de las condiciones climatológicas adversas, el patrón de los baserritarras y protector de los animales, recibió numerosas visitas.

El acto principal del día comenzó a las 12.00 horas, con la misa mayor y la iglesia con un centenar de feligreses -algunos prefirieron presenciar la ceremonia de pie-. Como dicta la tradición en el alto de Urkiola, más de 700 panecillos estaban listos para recibir la bendición y ser repartidos al final entre los asistentes. Minutos antes, Koxky, un pastor alemán de tres años y medio, se mostraba nervioso ladrando a los diferentes canes que llegaban a las inmediaciones del santuario. “Subo todos los años este día porque es una tradición que me gusta mantener. A pesar del frío, no he querido perdérmelo”, explicaba el abadiñarra Jabier Agirre, dueño del perro.

Pero no solo fueron visitantes de Durangaldea los que participaron en la celebración de San Antonio, algunos no dudaron en desplazarse de más lejos para repetir nuevamente la experiencia con sus mascotas. Fue el caso de la bermeana Maite que acudió con su marido e Iron, un bulldog francés. “Venimos siempre y este año tampoco hemos fallado a la cita”, apuntaba mientras abandonaba el pórtico del santuario.

Otro que ya sabía lo que era subir a Urkiola en la jornada de ayer fue el bilbaino Armando, que acudió en compañía de Llesba, un sabueso de Baviera de cuatro años y medio, “Es el tercer año que me animo a venir el día de San Antón y lo hago si no cae en fin de semana, porque al ser día laboral hay menos gente y se disfruta mucho más del ambiente”.

Ni el hecho de que el frío estuviese presente durante toda la mañana, ni que la festividad cayera en día laborable, impidió la presencia de más canes en Urkiola. Algunos llegaron con la misa iniciada y esperaron fuera de la iglesia para recibir la bendición y preservar el buen estado de sus mascotas para que no caigan enfermos y tengan un año de bonanza. Como viene siendo habitual, los abadiñarras Lucas y Alazne llegaran a pie desde su caserío de Mendiola en compañía de Thor y Argi, dos border collie. “Una horita y cuarto hemos tardado andando desde casa y subimos todos los años porque es una tradición que nos gusta”, apuntaban mientras intentaban controlar a sus mascotas que correteaban por la zona.

En la jornada de ayer también hubo numerosas personas que acudían por primera vez a celebrar la festividad de San Antón Abad en compañía de sus perros. Fue el caso de Luis y María Jesús que llegaron desde Leioa en compañía de Sei, un labrador de dos años y medio. “Pensábamos que el tiempo iba a estar peor aquí arriba”, se alegraron, mientras acariciaban a su perro.

Con apenas cinco meses, Cocco, un simpático yorsay, acudió con sus dueños desde Durango. “Es el primer año que nos animamos a subir y nos gusta este tipo de tradiciones”, explicaban Igor y Enma, mientras llegaban a la iglesia.

Desde Leioa también llegó Mari Carmen acompañada de su marido e Ipar, un border collie de apenas un año que debutaba en Urkiola. “Nuestra hija estaba trabajando y nos animó a que viniéramos con el perro”, explicaban mientras esperaban el momento de bendecir los animales.

Otro de los canes que acudió a Urkiola por primera vez fue Sugar, un pit bull de un año. “Siempre solemos subir a la misa pero es la primera vez que lo hago con el perro. Mi hijo está trabajando y nos hemos animado a traerle”, apuntó Jesús Mari Ezkurra, vecino de Arrasate.

Único felino Un año más, los perros fueron la especie más numerosa en la jornada de ayer, aunque tampoco faltó la presencia de un gato de seis años y medio llamado Pau que llegó metido en su transportín e hizo las delicias de los asistentes. “Subimos todos los años porque me siento más segura si el gato está bendecido con el agua bendita. Hoy hemos llegado tarde pero espero que Joseba (sacerdote) salga un rato y nos bendiga a Pau”, explicaba Sandra, vecina de Matiena.

Además de la misa mayor a mediodía, la agenda de actos se completó con otras dos ceremonias a las 13.00 y las 18.00 horas. Como viene siendo habitual, la celebración de San Antón Abad se repetirá este próximo domingo y no faltará la tradicional rifa.

Desde que hace más de una década la Ley de Protección Animal obligara a suprimir el sorteo del cerdo vivo, se sortea una cesta con una amplia variedad de productos alimenticios derivados del cerdo y el caserío. En la jornada de ayer numerosos de los presentes se animaron a comprar alguna rifa para el sorteo que tendrá lugar el domingo después de la misa de mediodía. El año pasado, la popular rifa permitió recaudar cerca de 2.500 euros.