LA imagen más universal de la Navidad es la que recrea, desde hace ya 18 años, la pintora Teresa Lafragua junto a su marido, el escultor Xabier Santxotena, a través de la colección de belenes del mundo que, hasta el 31 de enero, se puede visitar en el Taller-Museo Santxotena de la localidad de Artziniega.

La muestra se compone, en esta ocasión, de 1.827 montajes de los que 203 son nuevas adquisiciones-, pero todos ellos con el denominador común de “querer plasmar y dar a conocer, a través del Belén, la cultura, costumbres, historia, etnografía y antropología de una comunidad o un país”, destaca Lafragua.

La visita guiada y didáctica a la exposición -que con las detalladas explicaciones de su promotora se puede alargar más de hora y media- arranca en la planta baja con ocho nacimientos tradicionales como el que está ambientado en la propia villa “con piezas de cien, setenta y cincuenta años” y elementos característicos del entorno como “las Casas-Torre de Artziniega, Sojoguti y Mendieta o la composición que alude al retablo del Santuario de la Encina en el que el Canciller de Ayala representa el personaje de San José y una beata del medievo a la Virgen María”.

Ya en la primera planta, el recorrido continúa por los estands dedicados a diferentes zonas del estado. “Aquí ofrecemos un concepto diferente de lo que es un belén. Pretendemos que, a través de los trajes que llevan los personajes, el material con el que están hechos o los oficios que aparecen, el visitante pueda identificar a qué comunidad o provincia pertenecen”.

Es el caso de los dedicados a Euskadi en los que no falta la txapela o el realizado por Esteban Kerexeta, de Oñati, con madera y acero o de las dos novedades que han llegado de Alcalá de los Gazules, en Cádiz, con mimbre y corcho como materias primas. Primicias también son las creaciones El peregrino del ceramista de Vigo, Juan Rodríguez Ferreira o el montaje titulado Los peregrinos del mar realizado con madera que el oleaje a depositado en playas de Orense.

Perú, país invitado El apartado internacional es tan variado como numeroso, ya que traslada al visitante a países de todos los continentes a través de “la sencillez de los belenes africanos realizados con materiales como el ébano o la hoja de plátano y herramientas muy primarias, la espiritualidad de los asiáticos, el colorido de América central o del sur o la belleza e incluso sobriedad de los europeos”, detalla Lafragua.

En esta décimo octava edición de la muestra, el país destacado es Perú, con más de 130 colecciones muy diversas. “Si, por ejemplo, es de la zona de Machupichu aparecen con el gorro y poncho para protegerse del frío, si son en áreas de calor, como Iquitos, casi no llevan ropa y tenemos también uno de Trujillo en el que San José y María son indios Aymara y el Niño Jesús viaja sobre una balsa hecha de juncos de totora seca”.