Sestao - Hasta el próximo día 5 de enero la sala de exposiciones de la Escuela de Música de Sestao acoge la muestra Sestao Sport River Club, 100 años contigo en la que se puede viajar en el tiempo para conocer los orígenes de este señero club de Ezkerraldea. La exposición del centenario se distribuye mediante 9 grandes paneles informativos que han sido preparados con primor por los artistas locales Juan Miguel Cortés y Luis Alberto Pérez, quienes no lo han tenido nada fácil para recopilar elementos antiguos. “Recurrimos a las redes sociales y a carteles para pedir a los vecinos que nos dejaran algunos elementos históricos como carnés, fotografías, banderas o materiales de ese tipo y confiábamos en haber conseguido algunas cosas”, reconoce Juan Miguel Cortés, quien recuerda que las puertas del club siguen abiertas para todos aquellos aficionados y vecinos que quieran ayudar en la recuperación de la memoria histórica del club. Un club que, según se recoge en la exposición, ve la luz en octubre de 1916 con el nombre de Sociedad Polideportiva Sestao Sport Club “al calor de la creciente industrialización del municipio de Sestao y fruto de las ganas de hacer deporte de la impetuosa juventud de la época en disciplinas como el fútbol pero también en alpinismo, pelota a mano, remo, bolos, boxeo, ciclismo, atletismo y pedestrismo. En esta última modalidad destacó Amador Palma, que en 1923 y 1925 fue campeón de España de Cross.
Los primeros pasos de la sección de fútbol del Sestao Sport Club estuvieron marcados por la provisionalidad, entrenando en una campa de Repélega y jugando como locales en Erandio o Romo. Incluso la camiseta era inicialmente de color de blanco y negro, heredadas del Sestao Constante.
La pantalonera El origen de los colores verde y negro de la camisa no tiene nada de simbólico. “Se cree que una tarde de junio de 1918 en casa de la pantalonera de la Iberia, Elisa Fernández, hermana del jugador Manuel Fernández, se eligió casi por azar el color de la camiseta. Probando con telas de diferentes colores se llegó a elegir el verde y el negro como la combinación que más gustaba, tanto para la camiseta como para la futura bandera del club”, explican los autores de la exposición.
En 1919, ya con la vestimenta verdinegra, debuta en el campeonato infantil de la Federación regional del Norte en la serie C, resultando campeón y ascendiendo sucesivamente hasta la serie A. Cortadi (el capitán), Zarate, Arana, Pagaza, Gumg, Tamayo, Toralpy, Reñones y Zuloaga fueron algunos de aquellos chavales que defendieron la camiseta del Sestao Sport Club y empezaron a escribir su historia.
La historia de un club que tuvo en la década de los años 80 del pasado siglo el dulce sabor de la gloria -a dos goles de subir a Primera División- y también un lado amargo para la afición verdinegra con la desaparición del Sestao Sport en 1996. Pero a renglón seguido se empieza a escribir de nuevo la historia. Enjugadas las lágrimas por el viejo club, los socios y simpatizantes, con más ganas y unión que nunca, sacaron al club de las cenizas y le dieron un nuevo nombre: Sestao River Club. El River que, como se reseña en la exposición, volvía a los campos de barro y arena como en 1916 y abría el camino de un club de leyenda que empezó comprando balones por 16 pesetas que unos benditos locos sacaban fundiendo latas y vendiéndolas en una chatarrería.