Armonía que pellizca las almas sensibles
HAY días y momentos que piden armonía como hay tiempos que requieren el loco ajetreo del rock & roll. Vamos, que cada tiempo tiene su son, su ritmo y la melodía que le calza como un guante. Es costumbre de larga vida en estas fiestas la organización de conciertos de Navidad, esa época del año en la que se nos acaba el dinero antes que los amigos, Un gentío se acercó ayer a orillas del Palacio Euskalduna para dejarse pellizcar el alma, con perdón, por una de esas citas clásicas, el concierto de Navidad organizado por la Bilbao Orkestra Sinfonikoa (la BOS para los amigos melómanos...) bajo la dirección de Karen Kamensek, rematado con la Messa di Gloria de Puccini, ilustradacon las prodigiosas voces del divo Aquiles Machado, el bajo Ruben Amoretti y las voces armónicas de la Sociedad Coral de Bilbao, todo un ajuar de preciosas gargantas. Un alud de la nieve de la emoción cubrió el corazón de los presentes...
El programa de mano era claro en sus explicaciones: messa a quattro voci en la segunda mitad del concierto, la más esperada por los asistentes. A la cita no faltaron la presidenta de la Fundación 700, Josune Ariztondo, Koldo Narbaiza; Iñigo Alberdi, gerente de la Sociedad Coral de Bilbao; Cecilio Gerrikabeitia, Mari Carmen Martínez, Aritz Lekerika, Ramón Muro Gaztañaga, Asier Zabarte, Begoña Rodríguez, Nerea Asensio, Patxi Casal, Nekane Sesmero, Alberto Vigón, Nina Shapoval,Natalia Pakhonkina, Karina Shapoval y Natalia Shapoval, entre otros. Todos ellos accedieron al auditorio del Palacio Euskalduna con la esperanza de salir mejor de lo que entraron por obra y gracia de Aquiles Machado, el tenor venezolano que trajo consigo el regalo de una voz maravillosa, una de las grandes de la escena.
No fueron los únicos presentes, claro está. En el patio de butacas se mecieron en ese vals de acordes Jesús Fernández Urbina,Juan Antonio Mota, Begoña Jauregi, Edurne Artazkoz, Enrique Tierra, Oihan Vega, Sara de los Santos, Lorenzo Parro, Javier Agirrezabal, Jaime Mendiguren, María Teresa Azkarate, Begoña Niebla, Gonzalo Martínez, Javier Díaz, Martina Alonso, Izaskun Mugica, Borja Pujol, Garbiñe Ortuzar, Isabel Marañón, Idoia Martínez, Alazne Muñoz, Txema Elorriaga, Unai Zubizarreta, Carlos Alonso, María Jesús González, Almudena Redondo, Alicia Urizar, José María Bengoetxea, Álvaro Aldekoa, Miren Ortega, Mikel Odriozola y un buen número de asistentes más que vivieron dos horas que les supo a gloria, nunca mejor dicho, si se juzga que escucharon la Misa, que marca la culminación de la larga relación de la familia de Puccini con la música religiosa. Aunque el autor la llamó correctamente la Messa, una Misa, se la conoce popularmente como la Misa de Gloria. La cantaron como los ángeles.