Balmaseda - Recetar actividad física continuada supone la mejor medicina para quienes llevan una vida sedentaria. Es por ello que Balmaseda anima a vecinos -con patologías crónicas que no suelen pisar el polideportivo- a hacer ejercicio en una actividad integrada en el foro en el que distintos agentes municipales y sanitarios intercambian opiniones sobre salud. Esta red local ya ha echado a andar fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento y la Unidad de Atención Primaria de Balmaseda de la Organización Sanitaria Integrada de Ezkerraldea, Enkarterri y Cruces junto con la Subdirección de Salud Pública y Adicciones de Bizkaia. Así, cerca de veinte vecinos de la villa seleccionados en el centro de salud comenzaron ayer en el polideportivo un curso que se prolongará a lo largo de medio año.

El 30% de la población vasca que presenta dolencias crónicas sobrellevarían mejor su situación practicando ejercicio. Generar un hábito que conduzca a un cambio de costumbres es el objetivo del programa de prescripción de actividad física que se acaba de poner en marcha en Balmaseda. Los asistentes seguirán las indicaciones de los monitores en un plan que consta de dos horas de ejercicio a la semana. Será un programa individualizado que permita evaluar los objetivos planteados y favorecer la continuidad del tratamiento.

“Las instalaciones, incluida la piscina, están a su disposición”, ofrece el alcalde, Álvaro Parro. Transcurridos seis meses, tomará el relevo un segundo grupo. Es una actividad que “les va a beneficiar. Por ejemplo, para los pacientes que sufren obesidad se recomienda natación y no una actividad de mayor impacto”, precisa Juncal García, enfermera del ambulatorio de Balmaseda. Rosario Macho, de 75 años, visitó este centro de salud y le recomendaron practicar con la bicicleta estática, la elíptica y nadar. El ejercicio físico que ha realizado se limita a un uso esporádico de los aparatos de ejercicio biosaludable instalados en el barrio de La Calzada y los desplazamientos que hace a pie en su vida diaria. A José Tomás Lahera le preocupa “la subida de azúcar” que le detectaron. A sus 65 años, ayer fue la primera vez que pisó el polideportivo preparado para hacer deporte. “Antes iba a andar por el monte. Mucho no podré hacer porque tengo mal la rodilla”, contó.

Esta iniciativa se inscribe en la red municipal de salud de Balmaseda, en la que se están trabajando otras actividades como las que apuestan por una villa libre de humo.