aL contrario de lo que suele suceder habitualmente, los protagonistas de esta crónica de sociedad son hoy personas anónimas. Decenas de miles de mujeres, niños, ancianos, jóvenes, familias enteras. Tampoco aparecerán sus rostros, preocupados en lugar de sonrientes, en los retratos que acompañan estas letras. Son los refugiados errantes, que huyen de la masacre de Siria, atraviesan Turquía y tratan de alcanzar el soñado refugio europeo. Un sueño que para muchos se convierte en pesadilla.
Encontrarán sus miradas en la exposición Migración, las otras censuras que, desde ayer jueves 13 de octubre y hasta el 14 de diciembre, cuelga de las paredes de la Sala Ondare (María Díaz de Haro 11, Bilbao). Se trata de la muestra que inaugura el festival Zentsura At que se desarrollará en la capital vizcaina durante las próximas semanas.
El fotoperiodista Olmo Calvo (Santander, 1982) ha documentado entre 2015 y 2016 la peregrinación hacia la esperanza de las columnas de desplazados. “Hasta el Pacto de la Vergüenza, en marzo de 2016, circulaban libremente por la Ruta de los Balcanes. Pero luego cerraron las fronteras”, relataba ayer Calvo en la Sala Ondare.
Ganador de los prestigiosos premios Valtueña y Mingote, este fotógrafo independiente ha nutrido con sus instantáneas sobre los refugiados las portadas de los principales diarios tanto estatales como locales.
“Son imágenes que pueden parecer duras porque describen la privación, el hambre, el frío”, narra el autor. “Pero todos estos refugiados venían contentos, creían que la solución a su situación se encontraba en el horizonte”, añade. “Mi objetivo en este trabajo es claro: mostrar la realidad de estas personas. El verdadero choque emocional para mí se produjo al regresar a casa y tener a mi lado una nevera con comida y un grifo del que sale agua caliente”, concluye Olmo Calvo.
Logra el objetivo: nos deja un baño de realidad en forma de extraordinarias fotos que transmiten, de un solo vistazo, lo que supone el éxodo a través de Grecia y los Balcanes hasta una Europa central sorda y tapiada.
A la puesta de largo de la exposición, que colabora con Médicos del Mundo-Munduko Medikuak, asistieron, entre otros, los voluntarios de esta ONG, Iker Mendieta y Claudia Rivera, junto a la trabajadora Marisa Sanz, además de Santos Arrieta, coordinador para Euskadi, y Maite Gutiérrez, voluntaria de cooperación internacional de la misma organización.
Disfrutaron de las fotos Gorka Pérez de Lapeña y Ana Saiz, así como Begoña Nogueira y Txus Arsuaga. Mientras, Daniel Álvarez, uno de los organizadores del festival Zentsura At charlaba animadamente con la concejala popular Beatriz Marcos.
Sin embargo, los protagonistas, mudos, miraban desde las paredes. Lo harán hasta el 14 de diciembre.