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Los alambres amenazan a las cigüeñas en Mungia

Hace días fue retirado un nido de una antena de telefonía e instalada una barrera para impedir que aniden estas aves

Los alambres amenazan a las cigüeñas en Mungia

eL pasado mes de noviembre los amantes de las cigüeñas se mostraron desconcertados al descubrir unos alambres que habían sido colocados en las antenas de telefonía móvil para impedir que estas aves pudieran anidar. Sin embargo, y tal y como pronosticaba Aitor Galarza, doctor en biología, “las cigüeñas son muy testarudas y si se les mete algo en la cabeza lo consiguen, a pesar de tener esos alambres intentarán anidar de nuevo en las torretas”. Y así fue, consiguieron construir el nido y criar a sus polluelos con éxito, tanto en Durango como en Mungia.

Hace unos días, las cigüeñas abandonaban sus nidos y, de nuevo, el pasado martes la antena de telefonía móvil, en este caso de Mungia, amanecía sin nido y con más alambres que la anterior vez. Este hecho ha vuelto a enfadar a los amantes de estos pájaros, puesto que ven los impedimentos que se les quiere poner para que no consigan anidar sobre las antenas.

En cuanto a las razones que han podido llevar a las empresas telefónicas a retirar los nidos de las torretas, expertos señalan que ha podido ser por el peso de estas casas. “Hay que tener en cuenta que un nido pesa en torno a 80 o 100 kilos, lo que puede poner en riesgo la instalación, dificultar las reparaciones o mantener la infraestructura”, añaden.

Especie Rara “Las cigüeñas están catalogadas como especie rara, por lo que en ningún caso se les hace un seguimiento exhaustivo, sería diferente si estuvieran en peligro de extinción”, inciden fuentes de la Diputación. Aun así habrá que esperar al mes de noviembre o diciembre, cuando estos pájaros vuelvan de nuevo a Mungia, y se encuentren con el nuevo panorama. “Aunque hayan puesto más alambres, las cigüeñas lo van a intentar como hicieron la anterior vez y ya veremos si estos nuevos alambres les impiden o siguen consiguiendo anidar”, señalan los técnicos forestales. “En el caso de Durango o Amorebieta no nos preocupa la eliminación de los nidos porque ambas localidades disponen de muchos campanarios, espacios predestinados para ellas donde pueden construir uno nuevo”, añadía Galarza. “Peor situación tienen en Igorre donde disponen de menos posibilidades”.

Cabe recordar que en el periodo de anidación, estas aves están protegidas, por lo que tal y como ha ocurrido este año, las empresas de telefonía tienen que esperar a que abandonen el nido para que puedan tomar nuevas medidas. En caso de retirar el nido durante el periodo de incubación la sanción podría ser de hasta 60.000 euros.